Cap #45

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Lo oí suspirar y abrí los ojos para observar su mirada confundida sobre la manta que nos cubría a ambos.

-Voy a dormir en la habitación de huéspedes.-dijo y se puso de pie.-Que descanses.-fue lo último que escuché de él. Salió y cerró la puerta.

Abrí la boca quedándome totalmente perpleja ante su reacción. Observé la puerta unos segundos, estaba confiada en que volvería, pero, después de diez minutos descarte esa posibilidad.

-Dijo que no se enfadaría.-murmuré casi llorando.

Observé el lugar vacío a mi lado y no pude evitar soltar una lágrima. Me había dejado sola, después de haberle dicho que lo amaba. No había habido respuesta alguna y se había ido. Apoyé mi mano sobre su lugar en la cama y abracé su almohada. Habíamos pasado trece noches durmiendo juntos y de repente me encontraba sola.

Logré conciliar el sueño después de sollozar sobre la almohada de Christopher. Quería retroceder en el tiempo y no pronunciar esas dos palabras que habían arruinado la relación entre Christopher y yo.

Desperté al oír un fuerte grito escaleras abajo. Me senté en la cama y observé a mí alrededor.

-¡Empieza a acatar las órdenes!-gritó una poderosa voz que reconocí al instante. La angustia se apoderó de mi y mis ojos se aguaron.- No quiero volver a verte por aquí.-gritó de nuevo y su voz se oyó más cercana.- ¡Vete de aquí! ¿Qué haces ahí esperando?-definitivamente estaba más cerca de lo que pensaba.- No tendrás paga hasta que no cumplas con tu trabajo.-dijo más calmado.- Ahora, retírate de mi casa.-gruñó y entró a la habitación.

Al entrar se me quedó mirando. Las lágrimas que inundaban mis ojos comenzaron a resbalar por mis mejillas utilizándolas como un divertido tobogán.

Christopher llevaba unos pantalones rojos, una camiseta gris y una chaqueta de cuero negra. Tragó saliva y desvió la mirada.

-He venido a por algo, ya me voy.-dijo y caminó hasta el armario. Asentí sabiendo que no me correspondía su mirada.

-Christopher...-dije casi en un susurro. Se dio la vuelta y me miró.

-Si, lo se, perdona.-dijo. Observé su expresión.-Se que te han despertado mis gritos, es que me pone los pelos de punta que la gente no sepa hacer su trabajo.-se excusó.

-Si, entiendo.-dije y sequé mis lágrimas bruscamente.-Da igual, ya es hora de levantarse.

-Mejor entonces.-dijo y siguió revolviendo en un cajón.-Puedes bajar a desayunar cuando quieras.-me informó.-Isabella y Jaxon pasaran la tarde aquí.-añadió.

-Oh, genial.-hice un esfuerzo por sonreír y me puse de pie.-¿Por qué?-pregunté después.

-Mis padres deben ir a un pueblo cercano a causa de un funeral y la niñera les ha fallado.-me comentó y sacó dinero del cajón. –Aquí estabas.-le habló al dinero y alzó su mirada para observarme.

-Esta bien,lo siento mucho.-dije

-No era ningún pariente muy cercano.-dijo al descuido.-Nada que pueda afectarles demasiado, es solo un compromiso.

-Claro.-dije. Suspiró.

-Debo bajar.-informó. Asentí.-Desayuna cuando quieras y cuando vuelva de la oficina, debemos hablar.-me dijo. Asentí de nuevo.-Hasta luego.-salió por la puerta.

Me recargué sobre la pared y respire hondo para luego soltar el aire de un solo golpe. Di media vuelta y apoyé la frente sobre la pared.

-Todo sería mucho más fácil si me hubieras dejado que me desangrara ese día.-murmuré fastidiada y las lágrimas recorrieron mis mejillas otra vez.-Malditos sentimientos.

La bella y la bestia,Christopher Vélez Y Tú. (Completa)Where stories live. Discover now