Escucho voces que me gritan
y reclaman más y más
me atormentan en la almohada
me susurran al despertar.
Se meten en mi plato
en mi agua
se enjuagan en la lavadora al lavar.
Me persiguen, me acorralan;
¡esto no es vida! gritan ¡esto no es vida recalcan
no las quiero escuchar
Como un mantra repito:
soy un 5% feliz, 100% agradecida
¡que se callen!¡que se callen!
Me buscan para agobiar;
¡estás sola!¡vives sola!
no dejan de gritar.
No, no, tengo a mis hijos,
no las necesito, no preciso nada ya;
los nulos crecen, cuando se aparten regresaremos por más.
¡¿Es esto lo que quieres?!
¡¿Es esto todo lo que esperaste tras la ventana de campos 245?!
¡¿Es éste el que soñaste y esperaste?!
Entre el dolor de la realidad, las reconozco,
las descubro...
Son todos mis sueños,
Son todos los años que esperé al amor
Son todas las promesas que en el comienzo esa boca me hizo...
Esa boca que no prometió riquezas,
pues intuyó que no las buscaba...
Prometió, prometió...
Que nunca más soñaría sola
Que mis labios estarían repletos de besos
Que me llamaría hermosa cada día
Que ya más nunca soledad, nunca
Y las voces se alejan reconocidas,
aproximándose muy cerca a gritar.
Voces que fueron sueños, sueños que ya no se realizaron, promesas que jamás se esforzó por cumplir.
Y yo, sigo así y pasan los años...
Y ya a todo digo que si
Ya nada importa
Decidí ya no amarlo
¿Cómo amar a quien destruyó todos mis sueños?...
Y sigo aquí...
Queriendo creer que lo amo
creyendo él que me ama
cobardes, enfermos, dependientes...
En una historia donde estoy sólo yo, yo y nadie más
(Año 2013)
