UN AMOR COMÚN (Pausada)

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Eric es hermoso, raro y popular, nunca pensé que se fijaría en mí, porque yo soy popular pero no estaba a su estatus. Él es como mi chico imposible, o eso creía yo.

Eric y yo comenzamos a salir pero nunca hubo nada serio, así que no me podía ilusionar. Siempre era un poco brusco, pero para mí es perfecto. Estaba loca porque me pidiera que fuera su novia, ya que él es el chico más lindo: cabello negro, ojos negros y una hermosa piel blanca.

Hace una semana me pidió que fuese su novia y me dijo cosas raras como: "a pesar de todo lo que te digan de mí, seguirás siendo mía para toda la vida, y no puedes salir de esto o seré malo y cruel". Sin tomarle importancia a lo que dijo, le di un sí como respuesta.

A mis padres la decisión no les sentó muy bien y me dijeron que si no obedecía sus reglas, me dejarían ir con él, y que si me pasaba algo no podría buscarlos.

—Eres muy hermosa Alex, toda una princesa: mi princesa. —dijo acariciándome la cara y el cabello.

—Y tú eres mi príncipe —contesté para después besarlo.

Mi princesa, mi Alex para toda la vida. La única que estaría ahí conmigo, ya que ni mis padres ni mi hermano estuvieron. Siempre me dejaban fuera de todo, incluso querían internarme en un centro de locos para librarse de mí. Como excusa me contaron que fue porque le arranqué las alas, con mis manos, para jugar al ave de mi hermano, después abrí la ventana y dejé que escapara de la tortura de mi hermano.

Nunca he sentido miedo o amor, mi mundo ha sido diferente. Nunca me han querido pero espero que ella sí lo haga. Porque ella es mía para toda la vida, es mi novia y amada, si yo caigo, ella también y si me levanto, ella igual. Alex me necesita, espero que nunca me rechace porque, si es así, jugaré con ella como con el ave de mi hermano. Pero no la lastimaré, porque la amo... O eso creo.

Todo estaba muy bien con Eric, me trataba como a una princesa. Lo amo tanto...

Era súper temprano y no me quería levantar de la cama. Al final perezosa me levanto y cuando llego a las escaleras, de lo somnolienta que iba se me olvidaron. Estaba tan preparada para que mi cara chocase contra el suelo que no me di cuenta de que unas manos cogieron mi cintura.

Abrí los ojos y ahí vi, a mi chico.

—Oye amor, no quiero que te hagas daño.

¿ Cómo pensar que un linda mariposa puede causas un mar de devastaciones?