Capítulo I

1.1K 93 167
                                    

Me llamo Genos, soy un humano totalmente normal, con una pequeña distinción: Soy Omega.

El mundo en el que vivimos se divide en tres diferentes tipos: Alfa, Beta y Omega.

Los Omegas y Betas son humanos comunes, diferenciados por el hecho de que un Omega hombre puede quedar embarazado.

Los Alfas son distintos, siendo estos Cambiaformas de diferentes tipos de animales, pero solo pueden sacar su animal interior al cumplir la mayoría de edad (18), siendo que antes de esta solo pueden mostrar su cola y orejas, las cuales usan a la hora del cortejo o salen involuntariamente cuando tienen sentimientos muy fuertes.

Los Alfas tienen el olfato desarrollado al poder sentir a su Omega Destinado cerca, haciendo que a este de igual forma se le active el "Kanjiru" al estar cerca de su Alfa.

El Kanjiru hace que tu Celo se active y te recorra un escalofrío, identificando al que podría ser tu Alfa.

Ah, olvidé mencionar que para nosotros los Omega hay una especie de Cambiaformas que predomina sobre las demás. Por ejemplo, para mí el Cambiaformas lobo es con la que más compatibilidad tengo, alcanzando un 95%, dejando a las demás con tan solo un 5% de compatibilidad.

Lo raro es que todavía no me haya llegado el celo, a los 15 ya debería haber aparecido. Bueno, tendré que asistir a una escuela donde se aceptan Alfas, Betas y Omegas por igual. Los Omegas tendrán que usar un collar para evitar las mordeduras por si no pueden controlar el Celo, aparte de cargar con sus supresores.

Hoy es el primer día, espero que todo vaya bien.

Genos se levantó de su cama y fue directo al baño para comenzar a asearse. Se cepilló y se bañó rápido, se puso su uniforme y el collar correspondiente, no quería llegar tarde su primer día de clases.

Bajó las escaleras para encontrarse con sus progenitores, cada uno en su mundo.

—Buenos días mamá, papá— habló sentándose a la mesa para esperar por su desayuno.

—Hm— asintió a modo de saludo su padre sin despegar su vista del periódico y dándole un sorbo a su taza de café.

—Buenos días mi amor— saludó su madre sirviéndole el desayuno y dándole un beso en la mejilla.

El chico sonrió un poco, adoraba a su madre. Sus padres eran Betas, pero su mamá había dado a luz a un Omega, decepcionando un poco a su padre que quería un Alfa como primogénito, de perdido un Beta, pero su hijo terminó siendo un Omega. Para él, que era de pensamiento ambiguo, creía que los Omegas solo estaban destinados a procrear los hijos de los Alfas, su hijo sería uno más de ellos. Le decepcionada un poco aquello, por eso no eran muy apegados, haciendo que se ignoraran mutuamente la mayor parte del tiempo.

Su madre acabó de servir todo y se sentó a la mesa.

—Amor, ¿no estás feliz por tu primer día de clases? ¡De seguro podrás encontrar a tu destinado!— comentaba feliz su madre, le hacía ilusión que su hijo encontrara la felicidad con alguien que lo amara por el resto de su vida.

—Esas cosas son absurdas, madre, no me interesa en absoluto verme involucrado con alguien a esta edad, prefiero enfocarme en mis estudios, sin contar que encontrar a un Cambiaformas lobo es bastante complicado en estos tiempos— respondió desinteresado.

—No debes pensar eso cariño, ya estás en edad de encontrar a tu persona especial, seguro que hay un Alfa esperándote allá afuera como tu destinado, ¿no, querido?— volteó a ver a su esposo, buscando apoyo.

Rechazando el Destino [Saigenos (?)]Where stories live. Discover now