Parte 2

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Desde que Naruto había confesado sus sentimientos hacia él, su vida se había tornado maravillosa. Era como si el mundo les perteneciera solo a ellos dos, solos y amándose. Llegaba del exterior, había visitado el pueblo que tristemente estaba empobrecido, el odio a su padre comenzaba a crecer un poco más cada día. Al entrar a la habitación, su rubio no dudó en salir de la espada, la que por cierto tenía enfundada en la cintura. Naruto se abalanzó a sus brazos y él tan solo pudo sonreír tiernamente con su acción mientras correspondía su abrazo. Era así exactamente desde hace dos semanas.

—Te amo.

—Y yo a ti.

El oji-azul se permitió rodear el cuello del alvino, mientras este tomaba su cintura; sus bocas nuevamente se encontraron y volvieron a saborear la cavidad del otro. Sasuke llevó al blondo hasta chocar con la cama, se apartó tan solo un poco para dejarle caer cómodamente en ella, luego fue su turno. Los brazos de Naruto recorrieron lentamente su espalda mediante caricias y se daban cortos, pero tiernos besos al tiempo que las manos del moreno se paseaban por su abdomen suavemente.

Sasuke paseó su mano por debajo de la fina camisa de seda. Llegó a un pezón y comenzó a pellizcarlo. Su rubio contuvo el gemido entre sus labios aun fundiéndose tan gloriosamente junto a las lenguas. El calor en ambos era a partes iguales, se amaban y como tal, solo buscaban demostrarlo mutuamente. Su padre estaba sumamente ocupado, su madre había salido a comprar más ropa fina para ella y su hermano mayor, tenía una familia que atender. Resumiendo, era una perfecta oportunidad para hacer el amor con el hombre que amaba.

Las ropas comenzaron a estorbar y como tal, ambos ansiosos desvistieron al otro sin dejar de tocarse. Entre besos y una enorme pasión, Sasuke envolvió ambos cuerpos desnudos entre las finísimas sabanas de terciopelo. El blondo estaba ya acostumbrado, desde su primera vez con Sasuke, su cuerpo se había adaptado para ser uno con él. Si bien hubo dolor en un comienzo, luego fue amor en grandes cantidades, un amor puro y sincero.

—Te amo, Naruto-besó largamente sus labios mezclando sus salivas.

Y en medio de ello, su ojinegro comenzó un lento vaivén, pero ya no había dolor de por medio. Naruto le abrazó con fuerza y Sasuke se soltó salvajemente sin soportar más.

—¡Ah!

Finalmente un gemido claro había escapado de sus suaves y rojizos labios. Abochornado, se mordió el labio y cerró los ojos mientras su pareja embestía más rápido.

—Naruto...-murmuró-No te contengas, nadie podrá escucharnos. Grita lo que quieras, todo estará bien-le besó la frente y se permitió dar rienda suelta a su locura.

Más tranquilo gracias a esas palabras, largó sus placenteros gemidos sintiendo como se hundía cada más y más en la cama. Sasuke era fuego, su Sasuke era pura pasión en la cama. Costaba creer que aquel niño que conoció años atrás fuera este Sasuke, tampoco podía entender como había logrado ser presa de un intenso amor. Jamás había sentido tal sentimiento por alguno de sus antiguos amos, pero el moreno fue distinto.

Sasuke jamás le vio como una herramienta. Una arma de batalla. Sasuke le vio como amigo, un hermano, un amante. Su novio.

—Te amo-repitió en su oreja con la respiración agitada. Cada estocada que daba a su rubio le hacía perder el control y la realidad de todo, hacer el amor con Naruto, era lo más hermoso que existía.-Te amo-le besó acallando sus gemidos y aumentando el placer con su gran miembro.

Deslizó su mano cálida entre ambos abdómenes, envolvió el húmedo pene de su rubito y comenzó a masturbarlo rápidamente. Naruto se separó de su boca bruscamente gimiendo y arañando su desnuda espalda, entre sonidos obscenos, húmedos, pelvis chocando contra pelvis. Se sumergió completamente en el rubito derramando toda su semilla en sus entrañas.

Mi amada espadaWhere stories live. Discover now