Capítulo 8.

207 16 14
                                    

*****Narra Sarah*****

Salgo de la casa de Ashton pensando en Damon, Damon Hosler.

Voy por una calle que desconozco de Bélgica cuando recibo un WhatsApp de... ¿Carlos?

Carlos: ¿Dónde estás, morena?

Yo: En Bélgica, ya lo sabes.

Carlos: ¿Qué calle?

Yo: ¿Qué más te da?

Carlos: Estoy en el aeropuerto, vengo a Bélgica de vacaciones.

Yo: ¿¡QUÉ!? Es coña.

Carlos: No, no es coña, nos vemos en la salida del aeropuerto, que no sé ni dónde estoy.

Carlos en Bélgica, ¿hay algo peor? Tendré que ir a buscarle.

-----------------

-Eres idiota- le digo cuando le veo.

-Tu también estás muy guapa- ríe y me abraza.

-¿Qué haces aquí?-le pregunto.

-No, ¿qué haces tú aquí?, se os echa de menos-me sonríe-, pero ahora tenemos que ir a donde quiera que esté tu amiguita loca.

-¿Ash?

-Yo pago el taxi.

------------------

Me lleva al hotel y no dudo en ir a la habitación lo mas rápido que puedo.

Y ahí están, Ash durmiendo con Alan, seguramente acaban de... mejor no pensar en ello.

-Ash -susurro.

-¿Qué?

-Blas- la miro.

Si hay algo en esta vida que se me da mal es contar cosas malas a la gente que quiero, pero cuando la cosa mala es tu hermano, ya no sabes a quién hacer daño y a quién no.

-Blas anda suelto por Bélgica en tu busca- le digo.

-¿¡BLAS!?- dice incrédula, pero rápidamente se tapa la boca para no despertar a Alan, que sigue dormido.

-Quiere hablar contigo.

-¿Quién te lo ha dicho?

-Hay un rubio con septum esperando en la puerta del hotel- río.

-¿Carlos? Esto es increíble.

-Bueno, pues yo me voy con ese rubio a comer algo y tú, haz lo que quieras- le acaricio la cara.

-Te quiero- me abraza.

-Y yo- sonrío.

Bajo a la puerta del hotel y ahí está Carlos, apoyado en la pared.

-Te has cambiado el pelo.

-Muy observadora- sonríe-. ¿A dónde quieres ir?

-Bueno, creo que podemos ir a tomar algo a un bar cerca de aquí.

-Pues vamos.

------------------

Estamos como una hora contándonos cosas que han ocurrido durante este tiempo hasta que...

-Hola Sarah- Ashton se acerca a nuestra mesa.

Genial.

-Hola- le sonrío falsamente.

-Hola...- dice Carlos confuso.

-Carlos, este es Ashton, un amigo...- los presento.

-Hace unas horas estabas desnuda y a punto de hacerlo conmigo, muy amigo no tengo que ser- dice Ashton molesto.

Carlos me mira sorprendido al igual que yo a Ashton.

-Que te den, Ashton- me levanto de la mesa.

-Eres imbécil- dice Carlos.

-Tu amiga besa que da gusto.

-Lo sé de sobra, es mi ex- Carlos se cabrea.

La tensión entre ambos no ha podido acabar de otra manera, se pelean como dos niños pequeños.

*****Narra Ashley*****

Sarah me avisa de que Blas anda en mi busca... No puede ser... ¿Qué coño hace aquí, en Bélgica?

-Alan...- le remuevo, pero no me hace ni caso- ¡ALAN!- grito, y él se incorpora, con los brazos tensos, se ha asustado.

-¿¡Qué!?

-Venga, tienes que irte...

-¿Por qué? Déjame diez minutitos más...- dice volviéndose a acostar.

Será gilipollas...

-Alan, no. Vamos. Fuera.

Se levanta a regañadientes, y empieza a ponerse los pantalones.

----------------

-Venga, luego nos vemos...- digo empujándole hacia la puerta. La abro para echarle y le veo a él.

Blas.

Hay un choque de miradas entre nosotros dos, y noto cómo mis ojos comienzan a arder, las lágrimas amenazan con salir, y las dejo, caen libremente sobre mis mejillas, y Alan se da cuenta. Levanta un dedo y seca la que cae sobre mi mejilla izquierda.

Mientras tanto, Blas, que observa la escena, entra sin pedir permiso. Le doy un beso en la boca a Alan y cierro la puerta.

-¿Qué haces tú aquí?- le pregunto, intentando poner un tono agresivo, pero el nudo que tengo en la garganta me lo impide.

-He venido a por ti.

-¿A por mí? Sé cuidarme sola, no me haces falta.

Se levanta del sofá y se limpia las lágrimas.

-Te echo de menos en casa. Todas las mañanas me despierto oliendo tu perfume, con la esperanza que hayas regresado a mi lado y me doy cuenta de que lo que huele es la almohada que usabas. Desayuno solo, recordando las conversaciones que teníamos antes de la maldita fiesta... Esa fiesta... Si lo hubiera sabido no hubiéramos asistido... Bebí demasiado y no era consciente de mis actos. No tienes ni idea de lo que sentí cuando Álvaro me contó lo que hice... Y de repente lo recordé todo, y no sabes cuánto me arrepiento...

Él habla, y mis lágrimas caen cada vez más deprisa, esto es insoportable.

Le observo de arriba a abajo. Tiene puestos unos vaqueros que le quedan anchos, unas deportivas blancas, y una camisa roja de cuadros.

Pero, ¿qué estoy viendo? Se ha abrochado mal los botones de la camisa. Me acerco a él.

-¿Sabes? Te has abrochado mal los botones de la camisa...

Me mira, sonriendo y a la vez llorando. Creo que el mismo recuerdo nos ronda en la cabeza. Alzo las manos y comienzo a desabrochársela, cuando él me coge en brazos y me empuja contra la pared, con sus labios en los míos.

Peligrosa Elección II: Are you ready for a new life?Where stories live. Discover now