14

118K 11.4K 7.9K
                                    

Toma todo de mí no volver sobre mis pasos y tomar a esa mujer de nuevo entre mis brazos para

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Toma todo de mí no volver sobre mis pasos y tomar a esa mujer de nuevo entre mis brazos para...

Cierro los ojos cuando mi imaginación inquieta me lleva a lugares que no quiero —debo— visitar. El recuerdo del aroma fresco y dulce de Andrea Roldán me pone de cabeza el mundo durante un instante, pero me las arreglo para meterme en la ducha y abrir el grifo del agua fría antes de cometer una estupidez.

Mientras me hielo las venas, se me viene su imagen una vez más. Ese cabello largo y liso; esas largas piernas, el vestido que llevaba, lo guapa que se veía...

¿Qué mierda sucede contigo, Bruno Ranieri?

Le atribuyo todo al alcohol, pese a que no estoy muy alcoholizado. Se lo atribuyo, también, al día de mierda que tuve. Ese que me llevó a la decisión poco sensata que tomé de mandarlo todo al carajo e ir a embriagarme con unos excompañeros de la universidad.

Culpo, de paso, a mi padre, por haberme quitado el caso por el que iba a viajar el lunes para dárselo a alguien más. Me culpo a mí mismo, por mi carencia de juicio y le ruego al cielo que a ella jamás se le ocurra acercarse a mí de esa manera, porque si lo hace...

Aprieto la mandíbula y me obligo a empujar el hilo peligroso que están tomando mis pensamientos. Entonces, metódicamente —y cuidando de que mi mente divague una vez más hacia lugares que no quiero visitar—, me ducho.


Esa noche sueño con perfumes florales, chicas de cabello largo y música que ni siquiera me gusta y, a la mañana siguiente, cuando despierto, lo hago con una erección digna de un puñetero adolescente.

Para ese momento, tengo que admitirme a mí mismo que Andrea Roldán despierta cosas en mí que no debería. Y no me sorprende en lo absoluto. Es una chica guapa. Sexy —dentro de su peculiar y torpe personalidad—, incluso. Tampoco es como si hubiese sentimientos involucrados, pero me queda claro que Andrea provoca en mí lo mismo que Rebeca —o cualquiera de las chicas con las que me he enrollado—. La diferencia entre Rebeca y Andrea, es que a Andrea nunca voy a ponerle una mano encima.

Quizás, en otro momento, en otras circunstancias, lo intentaría. Trataría a como diera lugar de meterme en su cama; pero no puedo hacerle eso a Dante. A su esposa. Si él se enterara que tomé la decisión de tontear con la mejor amiga de su mujer —esa que, por alguna extraña razón se ha ganado la simpatía de todo el que la conoce—, me mataría.

Además, Andrea no es una chica para tontear.

Sé que mi subconsciente tiene razón. Andrea no es una chica con la que tonteas. Es demasiado inocente. Demasiado soñadora. Involucrarme con ella —y tampoco estoy diciendo que esté considerándolo, o que ella vaya a aceptar involucrarse conmigo— sería alimentar aquella fantasía que se creó cuando era una adolescente.

Tampoco estoy insinuando que sigue enamorada de mí, porque estoy seguro de que no es así; pero no quiero dar pie a que las cosas se malinterpreten y se compliquen.

De nuevo tú ©Where stories live. Discover now