Capítulo 33: Intenciones homicidas - Kendall

17.6K 941 38
                                    

No editado, a tener en cuenta: Faltas de ortografía y algunas incoherencias a lo largo de la historia.

Abie se queda dormida en mis brazos y la dejo tumbada en la camilla cuidadosamente. El médico se acerca a ella y le toma el pulso. Ahora parece estar más tranquila y relajada. No puedo creerme que esto haya pasado, que esto le haya ocurrido a Abie. Debería haber corrido más rápido. ¡¡¡Debería haber llegado a tiempo!!!

—La señorita Anderson será atendida inmediatamente. Siento lo ocurrido —dice el médico.

—¿Ustedes... ustedes comprobarán si Abie está...? —pregunto, viéndome incapaz de terminar la frase.

—¿Embarazada? Sí, lo comprobaremos. Recemos a Dios porque no lo esté, ella ya tiene suficiente.

Me restriego la cara con las manos.

—Quiero que sepa, que, cuando la señorita Anderson despierte, no va a reaccionar de la misma forma que ahora. Todo ha ocurrido demasiado rápido y no lo ha procesado, una vez que su cerebro lo procese, no va a dejar que nadie se le acerque.

—¿Va a tenerme miedo? —pregunto con un hilo de voz.

El médico hace una mueca de disgusto y asiente.

—Ahora el sexo masculino es una amenaza para Abigail.

Tenso la mandíbula y asiento.

—Gracias por todo, doctor.

Salgo corriendo e intento salir del hospital antes de que la policía se lleve al hijo de la gran puta de Niall. Voy a matarlo. Y esta vez no es una forma de hablar. Corro por los pasillos, esquivando a los enfermos y a la gente que está de visita, y salgo a la calle. ¡Mierda, no está! Saco el móvil y llamo a mi madre. Me fui sin dar explicaciones ni nada por el estilo, así que supongo que temen que me haya dado por hacer una locura. Y la voy a hacer, voy a meterle un tiro a Niall entre ceja y ceja.

—¡Kendall, ¿dónde estás?!

—No me esperéis despiertos —digo y cuelgo.

Corro por la calle, como un loco —tal vez lo esté—, y aparto a la gente a empujones. Tengo que llegar rápido a la casa de Laura, no me permitiré llegar tarde, jamás. Exijo puntualidad a cambio de mi impuntualidad y eso ha provocado que Abie haya sido... haya... ¡¡No puedo ni pensarlo, soy demasiado cobarde para atreverme a asumir lo que le ha hecho Niall!!

Marco el número de Laura en mi móvil.

—Al hablar Laura —dice, animadamente.

—¡¿Lauren?!

Hace tiempo que no hablo con ella ni la veo, suele ir a las carreras con su novio. Creo que es la única amiga que tengo.

—¡Uy..., me has llamado por mi nombre de pila! ¿Qué te pasa, Jones?

—¡¡Prepara la revólver, en cinco minutos estoy allí!!

—¡¿Qué?! —pregunta, ahora sorprendida—. ¡Pero, ¿qué coño...?!

Cuelgo y sigo corriendo. Hace seis meses fui a comprarme una pistola, no sé por qué razón, pero me la compré. Lauren se encarga de guardármela para que mis padres no la vean y yo no haga ninguna gilipollez. Ella sabe que yo no voy a pedírsela, salvo en casos extremos o cuando esté borracho y tenga ganas de pelea. Se la he pedido una par de veces, después de haberme bebido media destilería y en medio de una pelea con cualquier imbécil, pero jamás se la he pedido sobrio y furioso. Jamás se la he pedido en serio.

Good Girls Love Bad Boys © [GGLBB #1]Where stories live. Discover now