✓ Secuela de "Una semana atrapada con ella"
Eda, Lilith y Luz... ¿viviendo juntas bajo el mismo techo? Eso suena muy loco, pero más loco será decirle a Camila las aventuras que su Luz ha vivido los últimos meses.
¿Camila permitirá que su hija se que...
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—Amity... —Emira terminó de limpiar la herida de Amity, ahora junto con su hermano estaban sentados en el lujoso sofá de la sala—. ¿No tienes hambre? Puedo cocinar algo.
—Estoy mejor, ya no se preocu... ¡Suéltame! —chilló la menor, tratando de apartarse de Edric. Desde hace un rato que el mayor no ha dejado de abrazar, mejor dicho, estrujarla cariñosamente con tal de hacerla sentir mejor.
—Nunca —respondió el gemelo—. Mi hermanita bebé está sufriendo y yo debo animarla.
—Pero yo... —Amity simplemente dejó de luchar y se rindió ante el abrazo. Nunca lo admitiría, pero amaba que los gemelos se comporten tan atentos con ella—. Estoy mucho mejor...
—Shhh... Déjalo salir, Mittens —susurró el gemelo, dando algunas palmadas en su cabeza, sin romper el abrazo, dedicado a que Amity bote todo el malestar reprimido.
—Ed, déjala en paz. Mittens ya no quiere tus abrazos. —Emira separó a los hermanos, para alivio de una Amity que empezaba a sofocarse—. Ahora es mi turno de abrazarla.
— ¡Ugh! ¡No estoy de humor para abrazos! —exclamó Mittens, escapando del sofá ante la triste mirada de sus hermanos. Ellos solo querían hacer sentir mejor, a su modo—. Aunque... admito que me gustó su atención y cariño. Ay, no puedo creer que vaya a decirlo —susurró, sintiendo una ligera vergüenza.
Amity jura que será la primera y última vez que les dirá eso. Ya sea porque es demasiado orgullosa y vergonzosa para repetirlo.
—Gracias por curarme y los abrazos. Fue muy lindo y... los quiero mucho por... —Antes de que Mittens terminara, los gemelos rápidamente la tomaron de cada mano para atraerla nuevamente al sofá y encerrarla en un lindo abrazo.
—Amity, para animarte, te tenemos una sorpresa de cierta tierna humana que nos dijo que te dijéramos —comentó Emira, separándose un poco del abrazo, al contrario de Edric.
— ¿Tiene relación con el mensaje de una "fiesta sorpresa" no tan sorpresa que envió? —preguntó la menor, recordando los mensajes que la morena envió la noche anterior y que no pudo responder debido al shock acaramelado del que fue víctima.
—Tal vez. —Alzó los hombros, no muy enterada—. Luz no pudo decírtelo porque Bump le quitó el pergamino, así que nos envió a nosotros. Amity, tu noviecita hará una pijama dónde tú y solo tú serás la única invitada —anunció Emira entre chillidos, emocionada por la reacción vergonzosa que tendría su hermanita.
Aunque si bien es cierto la actitud de Amity fue la esperada, en su actual estado poco sereno, un sonrojo masivo podría ser fatal.
—Deja de ser hacer esa cara o te desmayarás otra vez —advirtió Edric, invocando un par de abanicos para que el oxígeno llegue a la cabeza de Mittens.
— ¿Te sientes bien como para asistir? —preguntó Emira—. Quiero decir, seguramente solo te invitó a ti porque se darán muchos besitos. Muak, muak —burló, dramatizando los ósculos al aire. Obviamente Amity no se lo tomó con muy buen humor.
—Acércate, hermanita, ¡ni la vas a sentir! —Pese a toda regla, Amity logró zafarse del agarre de Edric e invocó un hechizo de fuego en ambas manos. Para su mala fortuna, Emira echó a correr instantáneamente lejos de su alcance—. ¡Te salvaste por ahora! Pfff. Estoy demasiado cansada como para seguirte el paso —exclamó, regresando con Edric para sentarse en el sofá—. Sí, iré a la pijamada, pero deben hacer algo con la herida en mi labio, no quiero que Luz se preocupe y arruinar la felicidad generada por su fiesta sorpresa que ya no es tan sorpresa.
—Uhmmm... —Los gemelos se cruzaron miradas, no muy convencidos de ocultarle estos "pequeños detalles" a Luz, pero no le queda de otra que aceptar lo que su hermanita les pide.
El par dibujó un círculo cerca del rostro de la menor y, como por arte de magia, la herida desapareció, escondiéndose debajo de una ilusión muy bien elaborada. De curiosa, Amity presionó suavemente el labio, obviamente lastimándose en el proceso y lanzando algunas palabrotas que casi infartan a Emira.
—La ilusión debería durar hasta que vuelvas a casa —señaló Edric, desviando la mirada para evitar reír ante la escena de su gemela.
—Solo recuerda; no te lo toques, no te mojes la cara o sino la ilusión desaparecerá. —La mayor dio algunos tips—. Y nada de...
—Esperen un segundo. —interrumpió Amity. Desde que los gemelos llegaron, todo ha sido risas y abrazos. Fue un rato tan agradable que olvidó el tema de la bruja de su madre—. ¡¿Qué hay de ella?! S-Si regresa... y no estoy en casa...
—Tranquila... —habló Edric, tomándola de los hombros para calmarla—. Sabes que en estas fechas ellos paran más en la empresa que en casa, sobre todo si es fecha de lanzamiento de nuevos inventos. Tardarán mucho en volver. Te lo aseguro.
—En todo caso, te cubriremos con ilusiones —agregó Emira, chasqueando para hacer aparecer una pequeña Mittens en la palma de su mano—. Le hemos tenido miedo a mamá por mucho tiempo, cada vez me convenzo de que lo ha hecho para tenernos a raya y obedecerla sin rechistar.
Su madre no tiene límites en lo que consiste en lograr su meta. Seguramente una humana no está en la fórmula de su futuro. Ella misma lo dijo, tiene planes desde ahora para casar a su hijas con algún ricachón malcriado para que el ciclo se repita.
—Okey... confío en ustedes. Iré con mi Luz esperando olvidarme de este mal rato. —Sin embargo, el miedo de que su madre pueda hacerle algo a Luz era algo constante. ¿Qué pueden hacer para tener un final feliz juntas en el que no deben ocultar su noviazgo?
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Casa búho.
—Hoot. ¿La niña de cabello verde llegó para ver a su no...? —chilló Hooty, saludándola a su manera, pero Amity no estaba de humor, así que lo tomó del pico y amenazó con una bola de fuego para que solo se limitara a abrir la puerta—. Caray, qué actitud. ¡¡Luz, llegó la visitaaa!