✓ Secuela de "Una semana atrapada con ella"
Eda, Lilith y Luz... ¿viviendo juntas bajo el mismo techo? Eso suena muy loco, pero más loco será decirle a Camila las aventuras que su Luz ha vivido los últimos meses.
¿Camila permitirá que su hija se que...
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— ¡Callados! —El portazo no silenció su bramido.
Ahí estaba, en medio de la sala, la nueva gobernante de las islas, tan elegante y autoritaria como siempre, frente a los temerosos gemelos Blight.
—No pensé que la noticia los pusiera tan... a la defensiva. —Con un simple chasquido de dedos, Odalia neutralizó a los gemelos en una burbuja.
—M-Madre... —balbuceó una atemorizada Amity desde las escaleras.
La advertencia de sus hermanos fue en vano, muy tarde para escapar luego de que la mayor la fijara en su vista.
—Querida Amity... acércate —siseó Odalia en un forzado tono de amabilidad—. Tengo algo que entregarte. —Invocó un fino sobre que extendió hacia la menor.
Dubitativa, Amity bajó las escaleras hasta quedar frente a frente con su progenitora. En un principio, pensó en invocar una abominación para distraerla, poder liberar a sus hermanos, y aprovechar que la puerta principal estaba semi-abierta para escapar... pero no pudo. Su sentido común prevaleció a sus instintos. Sus hermanos, juntos, eran más poderosos que ella. Y si por algún misterioso motivo la lograba distraer y escapar, ¿a dónde irían?
Lo que menos deseaba era hacerla enojar y repetir el suceso que la dejó en el suelo cuando la golpeó por primera vez.
— ¿Una invitación? —musitó Amity nerviosa, recibiendo el fino sobre con la firma de la familia: una muy elegante "B"—. Es para mí fiesta de cumpleaños en tres días...
Hecho curioso, ya que la fecha verdadera era en una semana.
—Tenemos mucho de lo que hablar. En síntesis... bueno, espero que hayan visto las noticias. Hijos míos, la grandeza recayó en mí, el destino y la voluntad del Titán así lo quisieron. Como tal, mi coronación aceleró algunos planes —comentó con una sonrisa perdida, dando media vuelta mientras Amity trataba de ayudar a sus hermanos—. Los veré en unos días, debo regresar y resolver unos asuntos.
Amity ya se hacía una pequeña idea de lo que pasaba por la retorcida mente de su progenitora.
—Oh, casi lo olvido. —Un segundo antes de salir, regresó su vista hacia el interior de la residencia—. Después de la fiesta, nos mudaremos al castillo.
—Espera... —Con la mirada gacha y jugueteando con su cabello, Amity se atrevió a preguntarle lo que más le preocupaba—. Dime... dónde está papá.
Tal vez después lo próximo que dirá sea cavar su propia tumba. Luego se arrepentirá en silencio, o tal vez con Luz consolándola, pero su corazón ya no resistía más la ansiedad y el misterio respecto al paradero de su progenitor.
—Dime dónde está... si lo haces, te prometo que acataré cada orden tuya durante la fiesta. I-Incluso bailaré con quién tú pongas en mi frente.
Lo último hizo que Amity apretara en puño. Lamentablemente tenía que darle el gusto para evitar un enfrentamiento directo.
