Ese cuerpo

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—¡Hubo un ataque a un refugio de La Colmena! —La voz de Coral llega a mi, con la mano en el abdomen me pongo de pie y aunque me duele solo logro formular una pregunta

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—¡Hubo un ataque a un refugio de La Colmena! —La voz de Coral llega a mi, con la mano en el abdomen me pongo de pie y aunque me duele solo logro formular una pregunta.

—¿Thalia estaba allí?

—¡Dios! ¡Qué obsesión la tuya con la Gianti! No, no estaba. Pero según mis informantes hay una pelea campal en el sitio, no estaba el Cario ni la guerrera.

—¿Quién logró atacarlos? —pregunto mientras camino hasta la mesita de Luz y me coloco mi cinturón.

—Cazadores...

—¡Mierda! —Exclamo golpeando la madera.

La puerta de la habitación se abre con fuerza y Jazmín ingresa con un una taza de té en mano, mira a Coral, luego a mi, chasquea la lengua y se acerca a mi.

—¿Vas de salida? —pregunta mirando a Coral con enojo.

—No... quizás. ¿Qué quieres Jaz?

—Caíste de las escaleras, y ya te veo a punto de salir, siempre hay cosas importantes, que van sobre tu salud, menos yo...

—No comencemos... —reclamo bebiendo de la taza de té.

—Mocosa... —susurra Coral —Jazmín, querida, tu hermano es un workaholic, solo hace lo que cree mejor para ti.

—Ni siquiera te conozco, no me hables —Jazmín mira con desdén a Coral, y luego voltea hacia mi.

La desterrada hace un gesto de desagrado a la actitud de mi hermana y no sé si reír o mantenerme serio.

—Jaz... no hables así a Coral.

—Que sea tu novia no me va a impedir decir lo que pienso de ella...

—No somos novios niña —dice Coral —. Pero sabes, me gusta tu actitud toda insolente. ¿Sabes? Si tu hermano decide entrenarte en su trabajo también serás muy buena en ello.

—No me gusta la medicina... —echa la oración cruzándose de brazos —. Es más la odio...

—Quiere ser jugadora de Volley profesional... es más, se encamina a ello, y la verdad que prefiero que se mantenga lejos de mis pasos.

—En realidad quieres que me mantenga lejos de ti —acusa tomando su celular del bolsillo. —Puta, ya son las 15:35. Jorge me va a matar. — escribe rápidamente  y vuelve a guardar su móvil —. Bien, sea lo que sea que vayas a hacer, cuídate y... no olvides que quedaste en ayudarme con las olimpiadas, por fa, necesito que confirmes con La Colmena, es el único colegio que me falta.

—¿Mmmm las abejas han sido invitadas? —Coral se lame el labio —. No te preocupes, te aseguro que vendrán, su ego no les permite rechazar invitaciones, siempre quieren lucir en sociedad.

—Mmm Ok, si tú lo dices... ¿Entrabas allí? Digo por el tatuaje de abeja en el cuello.

Coral se lleva la mano al sitio, yo no veo ningún tatuaje, solo le ofrece una sonrisa a mi hermana y una afirmación llena de vergüenza, como si no quisiera admitir que estuvo allí.

Los secretos de La Colmena  [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora