Verdades

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Apenas llegué a Trost me dirigí a casa para dejar mi maleta. Había tomado el primer tren en la mañana junto a Onyankopon y Ivy, éramos los tres que se fueron, los mismos tres regresamos.

En casa todo estaba igual, los chicos eran adultos responsables, no iban a tener la casa convertida en un basural, todo lo contrario. Al entrar dejé mis llaves en el mesón de entrada y me dirigí al cuarto de lavado, pero en el pasillo me encontré a Mikasa en pijama saliendo de la habitación de Jean.

-Buenos días. -Salude con una sonrisa divertida al verla toda despeinada.

-¿Sabes qué hora es? -Me preguntó con los ojos apenas abiertos.

-Si, son las nueve de la mañana. -Dije abriendo mi maleta para sacar la ropa que no había alcanzado a lavar los días anteriores.

-Y acabas de llegar... ¿Qué tren tomaste? -Dijo Mikasa apoyándose en el marco de la puerta.

-Tomamos el express, en tres horas justas estuvimos en el tren. Beneficios de que la institución pague todo. -Comenté al terminar de separar la ropa y ponerla a lavar.- ¿Desde cuando estás acá?

Mikasa me miraba con el ceño levemente fruncido.

-Dos días después que te fuiste, me vine a instalar acá.

-Deberías venir a vivir con nosotros, la privacidad de cada uno es buena, así no vivirías sola, nunca te gusto estar sola. -Dije tomando mi maleta para poder deslizarla hasta el comienzo de la escalera, ya que las habitaciones mía y de Connie estaban arriba.

-Armin.

-¿Mh?

-¿De verdad estás con Ivy?

Me di vuelta para mirarla fijamente a los ojos, seguía con la misma expresión pero más seria. Hasta mi amiga creía lo de la foto.

-No, nada de eso Mika... -Dije con vergüenza.- Lo que paso es que, pasaba mucho tiempo con Ivy, todos decían que éramos novios y me quede pensando del por qué no me atraía, ni un poco; yo idiota le pregunté algo y ella llegó y lo hizo, pero solo eso, además ella se casa la próxima semana. 

-¿Nunca has pensado que Ivy quería algo contigo pero ya estaba comprometida con su novio?

-¿Eh? No, no cre-...

-Armin, apenas tuvo la oportunidad te beso y tú el estúpido se dejo. -Dijo acercándose a mí.- ¿Sabes algo de Annie, acaso? Te pregunto solo por si acaso.

Arqueé mis cejas al escuchar su pregunta con ese tono sarcástico. No entendía, todo el mundo se enojaba por una foto, por un beso y todo era por Annie, pero ¿Y cuando yo sufría por ella? Cuando Annie me trataba como la mierda ¿No se enojaban con ella también?

-No sé a qué va tu pregunta, no porque estaba lisiada yo tendré que perdonarle todo, no debería sacarle partido a su accident-...

De un momento a otro tenía el rostro ladeado por una fuerte cachetada que me dio Mikasa. Me llevé la mano a mi mejilla confundido por su actuar ¿Qué rayos le pasaba?

-Pero qué t-...

-Más allá de lo que hayan pasado, ella no es una simple lisiada estúpido, ella te salvó la vida.

-¡Yo no se lo pedí! -Dije fuerte, con rabia, no entendía por qué los papeles se invirtieron cuando yo fui el que quería darlo todo y ella ignoró todos mis esfuerzos.

-Porque ella te ama Armin, y no te pido que la entiendas porque tampoco lo podrás hacer. No es una simple lisiada, es lo único que te voy a decir -Dijo dándose vuelta para volver a la habitación de Jean pero antes de cerrar la puerta me miró.- Ah, y ya deja todo ese show, si te gusta, anda por ella y no te juntes mucho con Ivy, se te está pegando lo insoportable. -Comentó y cerró la puerta detrás de ella.

Di mi nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora