Silas

12 2 0
                                    

Tenías ojeras y tu cabeza estuvo recostada a la mesa todo el tiempo.

Aproveche el hecho de que te dormiste, lo cual deduje por el lento movimiento de tus respiraciones y pasé cerca de donde estabas. Solo vislumbre que llevabas un reloj análogo en la muñeca izquierda.

Me sentí un poco impotente por el simple hecho de que no sé usar ese tipo de artefactos. Para yo saber el tiempo debe estar explícitamente marcado con números claros y deducibles.

Casi te toco. Pero me alejé a tiempo.

La lluvia de mayo | ✔Where stories live. Discover now