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Era de noche.
Haru ya se encontraba durmiendo en su habitación, sobre su cuna, bastante tranquilo.

La mayoría de las noches, el joven mafioso debía quedarse en casa del Señor Nakajima para estar cuidando a Atsushi y a Haru, abandonando su gran mansión y sus más comodidades de las que ni él ni su familia podían gozar, hasta que revelen su secreto.

Habían tenido una tarde-noche apasionada, pero con sus precauciones, sería problemático otro hijo en su situación.

— Atsu, cariño, me siento mal por negarlos siempre con los de la Port Mafia... Pero aún no podemos...

— Tranquilo. Yo lo entiendo. También me siento mal por ocultarlo en la Agencia... Ranpo-san es el único que lo sabe...

Dijo avergonzado. Se acurrucaba cerca del pecho del mayor, dándose calor con sus pijamas suaves y cómodas.

— A veces pienso que alguien podría ver que entro por la ventana... Y ser descubierto, Atsushi... Eso podría ser un peligro para ustedes dos al ser yo un miembro de la Port Mafia...

— N-No pensemos en cosas horribles... Algún día, tú y yo podemos ser aquello que tanto soñamos. Tan buenos Detectives como Ranpo-san.

Dijo para animar el momento. El contrario sonrió, y lo abrazó con cariño, como tanto había querido abrazarlo el día del cumpleaños de Haru.

— Tienes razón. No voy a traicionar a la Port Mafia, porque odio las traiciones. Pero lograremos aquello, Atsu. Lo prometo.



Aquí casi no hay pistas...
Puede que en el siguiente se revele... O.. alguien lo descubra..

Quedan tres opciones...

Tachihara
Akutagawa
Chūya

¿DE QUIÉN ES EL BEBÉ DE ATSUSHI?Where stories live. Discover now