|| Historia basada en la saga cinematográfica de Crepúsculo ||
• Alena Swan decide acompañar a su hermana en su regreso a Forks, sin saber que todo lo que creía surreal existe, es tangible y visible, que su vida cambiaría por completo. Y mucho menos...
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Respiro hondo varías veces mientras continuó jugueteando con los anillos de mis dedos.
—Tranquila. Todo saldrá bien—miro a mi hermana quien intenta tranquilizarme pero sé que está nerviosa como yo, tal vez menos pero lo está.
Asiento en silencio y entonces ambas bajamos de su camioneta, nos acercamos a paso lento a la casa para que ella toque la puerta, aunque lo hace con algo de desesperación. En segundos la puerta se abre dejando ver a Billy, quien nos mira con cierta pena y preocupación, o bueno, a mi me mira con preocupación pero no entiendo porque.
—Necesitamos verlo, Billy.
El hombre en silla de ruedas suspira y niega con la cabeza ante lo dicho por mi hermana—Lo siento, no está aquí—ambas notamos la mentira en sus ojos a lo que Bella y yo compartimos una mirada, miramos nuevamente al hombre y entonces mi hermana bufa cansada.
—Lo siento Billy pero tenemos que verlo—dice y con rapidez lo rodea para entrar a la casa, lo miro con disculpa a y voy detrás de mi hermana.
Ella abre la puerta de la habitación de Jacob y da dos pasos, luego se queda congelada por lo que me asomo sobre su hombro, entonces ahí veo a Jacob, tendido en su cama con expresión relajada y profundamente dormido. Está recostado de lado con el brazo izquierdo colgando, tiene una camisa sin mangas de color verde y una colcha tipo militar cubriendo su cuerpo desde la cadera hasta abajo.
En ese momento sonidos lejanos a la casa se escuchan por lo que ambas giramos la cabeza enseguida, a través de la ventana vemos a Sam Uley y a su "séquito" como alguna vez los llamó Jacob. Mi hermana me mira en silencio a lo que niego con la cabeza enseguida, ella me ignora y sale con rapidez de la habitación para salir de la casa. Voy detrás de ella sin dudarlo.
—No, Bella, espera—intento detenerla pero no me hace caso, sigue caminando con prisa y por consiguiente yo también.
Se acerca molesta y a zancadas a los cuatro chicos desconocidos, a excepción de Embry. Sam nos mira con seriedad pero no dice nada, los dos de su derecha nos miran con burla y Embry, el sólo parece tenso.
—¡¿Que le hiciste?! ¡¿Que fue lo que le hiciste?!—pregunta mi hermana furiosa mirando al mas grande, se acerca a Sam y lo empuja con fuerza pero el apenas y se mueve.
—Bella contrólate—le digo en cuanto llego a su lado y la alejo unos pasos del hombre que nos salvó del bosque. Los chicos hacen el amago de acercarse pero Sam alza el brazo con rapidez para detenerlos.
—Calma—ordena y ellos parecen entender con renuencia.
—¡El no quería esto!—grita mi hermana mirando a Sam.
El chico a la derecha de Sam se acerca amenazante, yo coloco a mi hermana detrás de mi y lo enfrento con expresión seria, el me mira molesto y se acerca más tratando de intimidarme por lo que tiene que bajar un poco la cabeza para hacerlo. Yo alzo la mirada y me acerco a él haciendo que Sam lo haga retroceder un paso tomándolo por el hombro—¡¿Que hicimos?! ¡¿Que hizo el?! ¡¿Que les dijo?!—pregunta mirándonos con pura rabia.
