Capítulo 2: Donatella

83 21 29
                                    

Estaba por caer la noche y me preparé para ir a un bar donde solían reunirse algunos soldados de las tropas americanas, no sabía muy bien como comenzar a buscar ya que no tenia referencia alguna, no era como que fuese por allí preguntando "Hey qui...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Estaba por caer la noche y me preparé para ir a un bar donde solían reunirse algunos soldados de las tropas americanas, no sabía muy bien como comenzar a buscar ya que no tenia referencia alguna, no era como que fuese por allí preguntando "Hey quien es el soldado que sale con mi prima la virgen?".

Caminé hacia la barra y pedí un vaso de whisky, estaba bebiendo tranquilamente cuando escuche unas carcajadas en una de las mesas, presté algo de atención y pude notar que se estaban burlando de las tropas italianas, hice una mueca y me acerque hacia donde estaban ellos.

—¿Que paso caballeros? Tan poca fé se tienen que necesitan reforzar su fortaleza y masculinidad burlándose de otras tropas... —exclamé cruzándome de brazos mientras les veía con una sonrisa.

—Parece que la señorita se ofendió —comentó uno de ellos.

— Oh no, no te equivoques conmigo cariño que si quisiera ofenderme haría que en un abrir y cerrar de ojos los saquen a todos de aquí y los manden de regreso a su país —comenté.

—Tiene agallas la cabrona esta —añadió otro.

—Los Martinelli nacimos con agallas— me senté junto a uno de ellos y tome un vaso que había sobre la mesa para beber de este.

—Mejor ya no la molesten, no tenemos ganas de que nos devuelvan o sí? —pregunto con ironía un tipo de ojos claros y cabello casi rubio.

—Eso, mejor háganle caso al caballero aquí presente— le di una mirada fija al hombre que había hablado y posteriormente me puse de pie. —Qué tal si tu y yo seguimos esta conversación sólos ?— le guiñe un ojo, siempre he preferido ser directa versus andar con rodeos, sonreí y me dirigí de regreso a la barra para pedir otro vaso.

El soldado caminó en mi misma dirección y finalmente se posó junto a mí, si mi intuición no fallaba y ojo que jamás fallaba, este era el indicado para obtener la información que necesito.

—Ahora que ya mi apellido supongo que podemos hablar de quien ya sabes no? —Pregunté mientras mi dedo jugaba con el borde del vaso.

—Hmm no entiendo... pensé que esa era tu forma de coquetear —añadió él.

Debo reconocer que me sorprendió, al parecer me había equivocado.

—Puede ser...

El se acercó un poco más a mí viéndome fijamente a los ojos. —Mmm entonces vamos a otro lugar señorita Martinelli — Me tendió su mano y sin pensarlo mucho la tomé.

Cuando estábamos ya en una especie de departamento de muy mal aspecto el soldado me ofreció algo de beber, a lo que accedí sin problema alguno.

Estaba bebiendo un sorbo del vaso cuando el hombre puso una mano en mi cabello jugando con el, parecía extrañamente fascinado con mi oscura cabellera, sonreí de manera inconsciente y me acerque un poco más.

Desiderio Where stories live. Discover now