El Destino de un Reencarnado ~Mushoku Tensei~ (PAUSADO)

Capítulo 28: Planes para futuro.

Discúlpenme por la tardanza, pero últimamente he estado ocupado. Puede que no suba capítulos regularmente, pero los seguiré subiendo hasta el final. Ahora, solo disfruten. 

Advertencia; Mushoku Tensei y sus personajes no son de mi propiedad, crédito a sus respectivos creadores. Solo el personaje principal y el rumbo que toma esta historia son de mi propiedad. Me disculpo por errores gramáticos y ortográficos. 

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Un nuevo día se alza sobre nosotros. El Sol, como acostumbra a hacerlo por toda la eternidad, se alzó sobre el horizonte dibujado por nuestro campo de visión e iluminó la superficie de este esplendoroso y vivaz planeta de mana con una ola suave y tranquilizadora de calor.

Los pájaros que empezaron a cantar llamaron a sus polluelos para averiguar si estaban bien y una vez lo confirmaron, dieron inicio a su vuelo para poder buscar la comida. Alimentar a su familia era importante para que estos pequeños polluelos puedan volar con sus poderosas alas en un futuro.

La brisa fresca del aire agitó las hojas de los árboles, estas tomando un vivo color de fuego cuando sus hojas amarillentas y rojizas fueron iluminadas por el Sol. El otoño dio inicio, no muy pronto, pero tampoco muy tarde, daría inicio a la temporada de invierno, temporada la cual era caracterizada por sus asombrosas temperaturas de bajo 0 y la enorme cantidad de nieve que se acumula con cada tempestad que arremete en nuestros días.

En una habitación en específico, una persona que todos conocemos como la palma de nuestra mano fue lentamente abriendo sus ojos. Yo, estudiante privilegiado de esta prestigiosa academia, doy por iniciado mi nuevo día pestañeando un poco. Las lagañas de mi rostro molestaron mi visión, teniendo una sensación desagradable cuando mis párpados se sintieron pegajosos y todo se vio borroso. Me restregué los ojos con mis manos para tratar de apaciguar la sensación sacando algunas de las lagañas y me senté en la cama. Un bostezo salió mientras extendía mis brazos lo más que podía, haciendo tronar mis huesos por el pequeño ejercicio que solo duró un par de segundos.

Una vez terminé con esa pequeña rutina, me levanté de la cama y fue a recostarme en el suelo, casi pegando mi rostro a este mientras le echaba un ojo por debajo de mi cama. Ahí vi el balde de madera con el que me bañaba y lo saqué de ahí, para luego rellenarlo con agua y empezar a bañarme restregando mi cuerpo con un trapo. Lavé mi cara, mi boca para que se sintiera fresca, limpia y con buen aliento, bañé mi cuerpo y me peiné con es debido.

Entrando en un estado presentable físicamente, fui a por mi ropa estudiantil. Abrí la cómoda de la habitación y en la primera gaveta se encontraba mi uniforme estudiantil. Me lo puse sin dificultades y lo ajusté a mi comodidad, sintiendo la tela entrar en contacto con mi piel y deslizarse sobre esta mientras le daba sus retoques.

Finalmente, todo listo, todo arreglado y salí de mi habitación. La temporada de apareamiento había dado fin, por lo que ya ninguna chica de la raza feral salía de la nada a retarme a un duelo o a tratar de noquearme con un ataque sorpresa y raptarme para encerrarme en su habitación y utilizarme como su pareja sexual. Si, eso sería lo más lógico que sucedería ya que, si estamos hablando de una raza que se asemeja a los animales, lo más normal es que ellos se desquiten teniendo sexo con su pareja para guardar control y no ir por otras personas, por eso la elección de parejas. Aunque, ahora que lo recuerdo, Ghislaine nunca mostró esa debilidad. ¿Acaso ya está tan adaptada a ello que incluso los efectos no la golpean o será que su amor por la lucha supera esos deseos carnales? No lo sé y no me importa. Lo que me importa ahora es llegar a mi clase.

Atravesé los pasillos, saludando a algunos alumnos y profesores que pasaban cerca de mí y estos me devolvían el saludo con sonrisas plantadas en sus rostros. Era agradable el sentirme como una persona normal y no ser perseguido por cientos de chicas entrando en su época de celo. En serio, es muy agradable.