Capitulo 41

7.4K 307 4
                                    

Sin saber por qué, levanté la mirada para encontrarme con sus dulces ojos color miel. Me sonrió de costado, acto seguido, me estrechó más entre sus brazos.

-No quise incomodarte.-se disculpó.

-No lo has hecho.-dije tragando saliva.- ¿Cole?

-¿Si?-preguntó acariciando mi cabello.

-¿Tú me quieres?-pregunté. Luego me arrepentí.- No, no respondas a eso.-dije.- ¿Algún día podremos ser pareja normal? No, no, tampoco respondas a eso.-pensé antes de preguntar. Cole rió.- ¿Crees que alguna vez puedas verme como algo más que a una niña?-pregunté. Creí estar segura de lo que acababa de preguntar pero luego me arrepentí.- No respondas.

-¿Por qué tan insegura?-preguntó y rió.

-Soy así.-alcé los hombros y me acomodé en sus brazos.

-Si te quiero.-me sonrió.- Y creo que capaz, algún día, podremos ser una pareja normal. No te veo como a una niña.-respondió una por una.- Piensas demasiado.-añadió.- Creo que te dejo demasiado sola como para que te hagas esas preguntas.-dijo y negando con la cabeza apoyó su frente sobre la mía.- ¿Tú me quieres?

-S...Si.-titubeé. Me sonrió y dio un corto beso en mis labios.- Más que tú a mí.-añadí.

-¿Qué sabes tú cuánto te quiero yo a ti?-dijo y me guiñó un ojo. Reí.- Es mejor cuando ríes, no cuando lloras.-dijo.

-Gracias.

-¿Por qué?-preguntó alzando una ceja.

-Por todo.-dije e hice una mueca.- Por mantenerme, por cuidarme, por estar conmigo, por mucho, Cole.

-Gracias a ti.-dijo.

-¿A mi? Lo único que hago en tu vida es fastidiar.

-Te desvaloras mucho, Anna.-dijo.- Antes de que tú llegaras a casa, lo único que hacía era dar ordenes y trabajar todo el día.

-¿En serio?-pregunté.

-En serio.

-¿Sabes? Cuando llegué a tu casa, pensé que luego de dos años iba a poder liberarme. Ya sabes, al ser mayor, pensé que me dejarían irme donde yo quisiera.

-Estas loca.-dijo y rió.- ¿Ya estas mejor?-preguntó y besó mi mejilla.

-Claro.-sonreí.

-Genial.-sonrió.- Sabes que cuando necesites hablar, cuentas conmigo.-dijo. Sonreí ante sus palabras.

-Creo que después de todo, no nos llevamos tan mal como al principio, ¿Qué dices?

-Tienes razón.-admitió mientras miraba mis labios.- Puede que algún día nos llevemos mejor que esto y todas las peleas acaben.-sonrió.- De todas maneras, -volvió su vista mis ojos.- me gusta que por lo menos, por día, tengamos un momento así como este.-dijo y su sonrisa se hizo más amplia.- Eres la persona más cercana que tengo.

-Tú también lo eres.-le dije. Besó mis labios cortamente.

-¿Vamos a dormir?-preguntó. Sonreí y me levanté de su regazo. Le tendí la mano y la tomó para ponerse de pie.- ¿Quieres que duerma en el sofá o puedo dormir contigo?-preguntó rascándose la nuca.

-Puedes dormir en la cama, siempre y cuando te comportes.-dije y reí. Me dio media vuelta con la mano que aún sostenía la suya y así me ató a su cuerpo.

-Me gusta comportarme mal.-besó mi cuello.

-Cole...-lo regañé. Rió.

-Vamos, anímate.-me dijo mientras iba dejando un camino de besos en mi cuello.- No voy a hacerte daño, lo prometo.

La Bella y la BestiaWhere stories live. Discover now