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Courtney Grant
Parte uno

Arrinconada en el ascensor con un chico besándome hasta el alma, esa es mi posición actual. ¿Cómo se llamaba el chico? No, ¿al menos le pregunte el nombre al chico que llevaré a mi habitación? Pues mal no me está besando. Río por lo bajo ante mis propios pensamientos al mismo tiempo en el que el ascensor se detiene y no en mi piso, otra pareja igual de desesperados por llegar a una habitación entra y el elevador se cierra en cuestión de segundos.

Ese olor.

–Ay, muévete más hacia mi. –Pide la otra chica, el chico que me está besando agarra mi trasero y empieza a besar mi cuello.

–Uhm. –Es lo único que sale de mi, no me incomodaría si ellos se ponen a tener relaciones ahora mismo pero, ¿por qué ella la está pasando mejor qué yo?

–Vamos chiquita.

Esa voz.

Discretamente me volteo para poder ver bien al chico y, me llevo la sorpresa de que él está haciendo lo mismo. Dejo de manosear a mi acompañante, él deja de manosear a su acompañante y antes de que podamos decir algo, ambos estallamos en carcajadas, haciendo que nuestros acompañantes se alejen y nos miren raro.

–¡Sabía que eras tú! –Exclamó.

–Yo sabía que eras tú. –Ríe.

Antes de que podamos empezar a hablar, nos interrumpen.

–¿Se conocen? –Andrew asiente.

–Si, nosotros...

Lo interrumpo.

–Nos acostamos esta mañana.

Silencio.

Andrew ríe por lo bajo cuando ve el rostro del chico con el que me iba a ir a la cama y yo solo puedo alzar una ceja cuando la chica se pone roja de la pena o de rabia.

–Ella aún no me llama. –Dice Andrew.

Volteo a verlo y sonrió.

–Imbécil. –Dice la chica, cruzándose de brazos.

Río.

–¡No te enojes! Aun pueden irse juntos o... –Volteó a ver a mi acompañante. –Invitarnos.

–Estas loca. –Dice el chico sin nombre, mientras el ascensor se detiene, aun en un piso que no es el mío.

Andrew ríe.

–Será divertido.

–Lo será. –Apoya Andrew.

Veo que la chica parece pensarlo pero también veo cómo cambia de opinión rápidamente, es un rotundo no.

–Que asco que existan chicas como tú. –Dice, frunzo el ceño.

–¿Disculpa? –Preguntó atónita.

–Si, eres de las chicas que se acuestan con el primero que ven.

La Prima Rompecorazones (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora