Capítulo 5: Adiós

1.8K 231 79
                                    

Narrador

-¿Y porque su esposo no bajó a despedirnos?- preguntó un alfa de cabello y ojos azul.

-Mi omega estaba cansado así que ahora está descansando- sonrió Inasa -Pero espera que regresen bien a casa

Los invitados se retiraban de la casa uno a uno. Bakugo sentía que debía quedarse, quería saber si en verdad Shoto estaba bien.

-Oh, Bakugo, por favor quiero decirle algo- el pelinegro se acercó y habló bajo -Mi omega odia otras feromonas que no sean las mías, creó que dejó un poco de su olor cuando entró buscando el baño y por eso se puso mal, por favor quisiera pedirle que no volviera a hacerlo

El rubio frunció el ceño, si eso fuera verdad, el bicolor lo hubiera apartado desde que lo abrazó. Esperen. Lo abrazó y le dijo que guardaría el secreto.

¿Acaso Inasa los había visto y malinterpretó la situación? O peor. ¿Sabe lo que ocurrió el día que se conocieron?

-Disculpe Yoarashi, me gustaría preguntarle algo a su esposo, es importante, solo serán dos minutos

-No, está cansado, está dormido y no dejaré que hable con nadie, ahora por favor váyase

Ambos alfas de lanzaban miradas asesinas, Kirishima no quería que su amigo se metiera en problemas y luego perdiera un socio importante.

Tomó del brazo al cenizo y jaló de el -Blasty, vámonos, estás asustando a Hikaru-chan

Katsuki desvió la mirada al pequeño niño que miraba la escena confundido y preocupado, el alfa resopló y se retiró con Eijiro tras despedirse del pequeño.

Todos los invitados se habían ido, en la casa solo permanecían aquellas tres personas que ahí vivían, nadie más.

-Hikaru, ve a tu cuarto a abrir tus regalos, yo tengo que hablar con tu madre- dijo el furioso pelinegro subiendo a su habitación.

El pequeño alfa tembló, su padre estaba furioso y eso lo asustaba, a pesar de que el jamás le puso un dedo encima. Se encerró en su habitación esperando que su mamá estuviera bien, porque no podía interferir entre ellos cuando su padre estaba así, seria otro susto para su madre si lo golpeaba.

Y empezó.

Escuchó un fuerte golpe y a alguien cayendo al piso, seguido de los gritos de su padre y las súplicas de su madre. Se tapó los oídos sentado en el piso y cerró los ojos con fuerza.

-¡NO ERES MÁS QUE UNA PUTA BARATA QUE LE MUEVE EL CULO AL PRIMER ALFA QUE VE!

-¡No hice nada con él, te lo juro!

Sus ojos empezaron a sacar lágrimas. Podía sentir el olor a miedo, tristeza y desesperación hasta su habitación. 

Sus manos no bastaban para dejar de oír los gritos de sus progenitores y el sufrimiento de su madre tratando de dar una explicación y dejar de llorar.

-¡HIKARU PUDO HABER MUERTO Y TODO POR TU CULPA!- escuchó gritar a su padre -¡MI HIJO, TODO POR CULPA DE LA MIERDA DE MADRE QUE ERES, PORQUE NI PARA CRIAR A UN HIJO PUEDES SERVIR!

-Es mi culpa- susurró el pequeño niño.

"Si, es tu culpa, padre golpea a mamá por culpa tuya y tus caprichos. También le reclama que seas un mal niño cuando él te educo muy bien, tonto Hikaru. ¿Qué harás al respecto?"

El niño se levantó de golpe y salió de su cuarto corriendo, tenía miedo pero también estaba molesto. Con su padre y con el mismo.

Y ese enojo le ayudó a entrar al cuarto de sus padres, donde vió a su madre golpeado en el piso con las lágrimas sin dejar de salir y a su padre frente a él dispuesto a seguir dándole una lección. 

Quédate Conmigo •[BakuTodo]•Where stories live. Discover now