Una gran celebración se levantó esa noche en la tribu. Honraron a los muertos en combate, atendieron a los heridos y comenzaron a celebrar. Los pocos Ibrajtars que quedaban evacuaron y se fueron de Dioria al día siguiente. Luego de eso, el sindicato recontrató a los humanos, quienes se volvieron a establecer en el pueblo que habían abandonado. Para culminar, Matthew estaba listo para unirse a los Exploradores del Eclipse, por lo que se despidió de todos sus amigos: Tyler, Ralph, y de todos los demás.
-Bueno, Matt. Es hora. –decía Lex.
-No tienes idea de cuánto te agradecemos todos. Sin ti, hubiese sido más difícil. –dijo Matthew.
-Supongo que siempre aparezco en el momento justo. –dijo Lex. –Ahora, tripulación… les presento a su Primer Oficial: Matthew Dawson; a partir de hoy, Matt.Valentine, Stefan, Stanley y Brian aplaudieron mientras reían.
-Gracias muchachos. –dijo Matthew.
–Subamos a la nave.Todos despidieron a Lex y a Matthew junto con el resto de la tripulación mientras subían a la nave. Les regalaron también muchos víveres para que se abastecieran en su viaje. Recargaron la energía de su nave y partieron. Fuera de la órbita del planeta, el Valentine´s Pride estaba cerca de entrar a hiperespacio.
-Me gustan estos asientos. Son cómodos. –decía Matthew.
-Pero no tanto como el del capitán. –alardeó Lex.
-Híper-impulsores listos, Lex. –dijo Stefan.
-Bien. Ahora iremos al lugar para el cual me he estado preparando todo este tiempo. –dijo Lex. –El Cinturón de Ptolomeo.
-¿No le hablarás a nuestro Primer Oficial sobre nuestro objetivo, Lex? –dijo Stanley.
-Oh, no. Ya Matt lo sabe. ¿No es así Matt? –preguntó Lex.
-¡Por supuesto! ¡Saturno Dorado! –exclamó Matthew.Todos voltearon anonadados. ¿En verdad Matthew compartía la fascinación de Lex por un “tesoro legendario” cuya existencia no ha sido probada desde hace dos siglos?
-¿Tú crees en Saturno Dorado? –preguntó Valentine.
-¡Por supuesto! Siempre he sabido que Lex quiere encontrarlo; y yo le prometí que le ayudaría en cuanto tuviera una tripulación y una nave. Aquí la tiene; así que aquí estoy yo. –respondió Matthew.
-Bien, supongo. –dijo Valentine mientras reía de incredulidad.
-Valen, ¿trazaste la ruta a seguir? –preguntó Lex.
-Estoy en eso. ¿Sabes que antes de llegar al Cinturón de Ptolomeo primero debemos cruzar el Sector Z? –preguntó ella.
-¡Pues claro! Estoy consciente de ello.
-Y sabes que la Alianza no tiene jurisdicción en ningún sistema de allí, ¿verdad?
-Claro que lo sé.
-Pregunto, porque ese sector no es
más que un nido de piratas y escoria.
-Eso también lo sé y no me importa.
–recalcó Lex.El Sector Z era el último sector en dirección al Cinturón de Ptolomeo. Llamado así porque en uno de los abecedarios humanos, la Z es la última letra de este, al igual como este es el último sector antes del legendario “Cinturón de Ptolomeo”.
-Viajemos lo más lejos que podamos y luego asentémonos en un planeta para comprar algunas cosas y recargar el tanque de energía de la nave. –decía Lex. –Solo así nos prepararemos lo suficiente antes de ir a nuestro objetivo.
-Copiado. –dijo Valentine.
-Vamos allá. –dijo Stefan.Lex estaba muy emocionado. Mientras miraba a su alrededor y observaba a los nuevos compañeros y amigos que había hecho en tan corto tiempo, su sueño de tener una tripulación pirata y su propia nave por fin se había cumplido. Se sentía como su antiguo capitán, Aiden Bryant; aunque sabía que aún le faltaba mucho para llegar a ser como él, o tener una tripulación como la de él.
-El viaje apenas está comenzando. –dijo, poco antes de que el Valentine´s Pride entrara a hiperespacio.
La tripulación de exploradores continuaba su viaje. En medio del camino, se habían detenido para poder fijar otra ruta:
-¿Segura que no podemos pasar por ahí? –preguntaba Lex a Valentine.
-No. Por esa ruta hay un agujero negro. No nos conviene. –decía ella. –Es mejor que hagamos un rodeo.
-Bueno, no hay problema, no hay apuros. Saltemos, Schester.Stefan, el encargado de empujar la palanca para que la nave entrara a hiperespacio, hizo su trabajo como siempre, pero no pasó nada.
-¿Qué sucede? –preguntó Lex.
-No entiendo… -dijo Stefan. –Los híper-impulsores se apagaron.
-Pues enciéndelos.
-No funcionan. Algo anda mal.
-¿Cuál es el problema, Stan?
-Ni idea. La computadora solo dice que están apagados. –dijo Stanley.De repente, todos los impulsores y turbinas se apagaron y el Valentine´s Pride quedó flotando en la oscuridad del espacio.
-No me digan que nos quedamos sin energía. –dijo Lex.
-Claro que no, tenemos energía suficiente. –afirmó Valentine.
-Pero todo está apagado. –agregó Stefan.
-¿Y cuál es el problema? –preguntó Lex nuevamente.
-¡No tenemos idea! –respondieron Valentine y Stefan al unísono.
-¡No discutan! –intervino Stanley. –Puedo revisar los impulsores y los
híper-impulsores.
-¿Cómo saldrás al espacio? –preguntó Stefan.
-En la cubierta hay un traje espacial. Tiene dos tanques de oxígeno, cinturón de herramientas e intercomunicador. Podré salir por una de las escotillas superiores y caminaré hacia los impulsores y los revisaré. –aseveró Stanley.
-¿Estás seguro, Stan? –dudó Lex.
-Seguro. A fin de cuentas, soy el mecánico. Solo déjame ir a ponerme el traje y nos comunicaremos por radio.Stanley caminó hacia la cubierta superior y se colocó el traje espacial, el cual se encontraba en un armario. Dicho traje tenía un casco con unos audífonos dentro con micrófono incluido para que el usuario se comunicara con la cabina de mando. Dos tanques de oxígeno que duraban una hora cada uno y un cinturón de herramientas para que pudiese salir preparado. Stanley abrió la escotilla, no sin antes colocarse el arnés de seguridad, ya que el espacio lo absorbería hacia afuera, cosa que sí sucedió. Solo bastó tirar del arnés para colocarse sobre la nave de nuevo.
-Aquí Stanley. ¿Me copian? –decía él hablando por el micrófono.
-Te copiamos, Stan. ¿Cómo está todo allá afuera? –preguntaba Lex.
-Silencioso; y oscuro.
-Dile que se dé prisa, podríamos ser encontrados por unos piratas con una nave mucho más grande que la de nosotros. –decía Matthew.Stanley se acercó a los impulsores y notó que estaban apagados. Destapó un panel que se encontraba sobre los impulsores para ver su estructura interna. Notó que los tubos conductores de energía se habían roto. No sería mucho problema, solo habría que soldar.
-Lex, los conductores de energía se rompieron. Tendré que soldarlos. –dijo Stanley por el intercomunicador.
-Ya veo, ese es el problema. Bueno hazlo, Stan. –respondió Lex.En la cabina de mando, Valentine inició una conversación sobre la
nave, mostrando su inconformidad por la situación.-Eso nos pasa por comprar una nave vieja. –dijo Valentine.
-Oye, esta nave es genial. –dijo Lex.
-Una pregunta, ¿tiene artillería esta nave? –preguntó Matthew.
-No, no la tiene. –respondió Valentine.
-¿Y cómo piensan llegar lejos sin artillería? Eventualmente nos dispararán y tendremos que responder al fuego. Lex, paremos en el siguiente sistema y busquemos un taller donde podamos comprar una torreta o unos cañones antiaéreos para esta nave.
-Sí, pero para poder llegar a un planeta, primero esto tiene que encender. –se quejó Valentine nuevamente.
-¿Cómo vas, Stan? –preguntó Lex por el intercomunicador.
-Bien. Estoy usando el soldador iónico. Terminaré con los impulsores
traseros en un momento. –respondió Stanley.Pasado un rato en el que Stanley soldó todos los conductores de energía de los impulsores, se dirigió a los híper-impulsores.
-¿Tienen el mismo problema? –preguntó Lex.
-No, aquí hay un problema diferente. Son los cables. –dijo Stan.
-¿Qué cables?
-Los conductores de energía
transmiten el combustible con el que la nave se mueve, pero los transformadores no funcionan sin la electricidad interna de la nave. Los cables de dichos transformadores se fundieron. Puedo repararlos, pero lo primero que hay que hacer al llegar al siguiente planeta es comprar repuestos y reemplazar todo o nos quedaremos varados en el espacio otra vez. –afirmó Stanley.
-Perfecto. Más compras. –dijo Lex.
-Eso te pasa por comprar una nave vieja. –insistió Valentine.
-Esta nave tiene onda; y si vuelves a decir eso, te arrojaré mi teléfono.
-¿En serio lo harías?
-Puedo comprarme otro.Stanley parcheó todos los cables. Dicha reparación era de emergencias y les permitiría viajar un poco, pero lo más seguro para hacer era reemplazar todo. Stanley volvió dentro de la nave, se quitó el traje y entró a la cabina de mando.
-Todo está listo. –dijo.
-Bien. Enciende los impulsores, Schester. –dijo Lex.Stefan encendió los impulsores y todos comenzaron a trabajar correctamente.
-¡Nos movemos! –exclamó Stefan con alegría.
-¡Excelente! –dijo Lex. –Muchas gracias, Stan; será recordado este día como el primero en donde tus habilidades de mecánico nos salvaron.
-Gracias. –dijo Stanley alegre.
-Ahora vayamos rápidamente a algún planeta para poder reemplazar las piezas averiadas. No quiero quedarme flotando en el espacio.Luego de encender los híper-impulsores, el Valentine´s Pride saltó a hiperespacio y voló al sistema más cercano para poder hacer las reparaciones inmediatas.
Llegando a un planeta, mucho antes de llegar al Sector Z, el Valentine´s Pride aterrizó. Era un planeta llamado Eris, del sistema Lia´back´ra, nombre colocado por su descubridor de especie Rautjaa. Una vez allí, fueron a una ciudad del planeta, totalmente tranquilos, como simples forasteros, sin llamar la atención. Lex compró más cargadores de plasma y Stanley y Matthew fueron a comprar los repuestos de la nave. Valentine, Brian y Stefan se relajaron en un cafetín. Pasado un rato, movieron la nave a un taller de la ciudad, en donde le pusieron los repuestos y recargaron energía. Matthew conversó con los dueños del taller para saber si tenían artillería que pudiesen instalarle a la nave. Llegaron a un acuerdo con una torreta antiaérea de doble cañón y comenzaron las instalaciones. Al Valentine´s Pride le fue instalada una torreta antiaérea láser de doble cañón, con asiento de artillero para su operación manual, intercomunicador incluido para que el artillero se pudiese comunicar con el capitán de la nave y otros oficiales, y además de eso, construyeron una escalera que iba desde la cubierta superior de la nave hasta el asiento del artillero, el cual al presionar el botón, el asiento subía y sacaba al operador de la nave, rodeado por una burbuja de vidrio templado que podía repeler láser de potencia 30, no más. La torreta estaba adherida a la burbuja de vidrio y era manejada por un panel de control con gatillo que el operador tenía a su disposición dentro de la burbuja. La torreta podía girar 360° gracias a un sistema de propulsión hidráulica que funcionaba presionando unos pedales con los pies. Así, el operador podía seguir a sus objetivos. De esta forma funcionaba la artillería nueva de la nave. Luego de eso, Lex ordenó llevar la nave a las afueras de la ciudad, puesto que no quería que su nave fuese vista por muchos durante tanto tiempo. Al terminar las compras, el equipo se reunió en la entrada de la ciudad para verificar que no les faltase nada. Caminaron juntos hacia el Valentine´s Pride, hablando y riendo, deseosos de retomar la comodidad de su nave y de continuar el viaje.