Capítulo XXXIII

1.4K 88 3
                                    

SIGLO ANTIGUO

NORTE DE IGOR

LIAH'S POV

Me removí, sintiendo a Luna moverse a mi lado. No quería abrir los ojos, pero me vi en la obligación de hacerlo cuando sentí su peso aún más sobre mí.

Al abrir mis ojos, tenía una visión mucho más hermosa de lo que pensé. Luna se encontraba sobre mi torso, mirándome fijamente y con su boca semiabierta. Una sonrisa apareció de inmediato en mi boca, pero fue desapareciendo cuando su boca impacto contra la mía.

La recibí gustosa, jamás podría negarme a sus besos. Eran adictivos, desde la primera vez que la besé lo pude comprobar. Mis manos sujetaron su cintura sobre la sábana con fuerza. Sus caderas no tardaron en buscar fricción con alguna parte de mi cuerpo o de la cama.

Me separe ligeramente para tomar aire y mirarla fijamente. Bese su mejilla varias veces y baje a su cuello.

-No me molestaría despertar todas las mañanas de esta manera.

Susurro, cerca de su oído. No mentía, podía despertar de esta manera por el resto de mis días y jamás me quejaría.

Escucho un pequeño gemido salir de sus labios. Sonreí, volviendo a besar esa parte de su cuello y obtengo la misma reacción. Un pequeño gemido.

Con algo de fuerza, quite la sábana de sobre nosotras y la aparte a un lado. Quería ver su hermoso cuerpo. Suspire mirándola entera. No me iba a cansar, nunca, de verla desnuda frente a mí.

Su cuerpo era único. No tenía referencias para confirmarlo, pero sabía que ella le ganaría a muchas sin siquiera intentarlo. No necesitaba acostarme con otras para saber que ella era la elegida para mí. Nos ajustábamos tan perfectamente en cualquier sentido que podría asustar a cualquiera, pero no a mí. Estaba dispuesta a pasar sobre cualquier valle de sombra si tenía como recompensa su amor.

-Liah...- murmura, apoyando su frente en mi pecho -. Por favor...

Deslizo mi mano por su cuerpo hasta su pierna izquierda y hacer que ambas piernas estén a mis costados. Podía sentir su centro totalmente caliente y desesperado por caricias.

-¿Por favor qué, Luna?

Cuestione, acariciando su cintura con mis manos. Sus suspiros pesados estaban sobre mi oído y no tenía que verla para saber que estaría sonrojada.

Ella jadeo alto, al sentir un poco de mis dientes en su cuello.

-Por favor, tócame.

Bese sus labios con hambre. Mi mano derecha se dirigió a su entrepierna y la izquierda a sus senos. Se aparto de mi boca solo para soltar un gemido agudo. Mis manos haciendo su trabajo en ambas parte de su cuerpo.

Sí, me estaba haciendo muy buena aprendiz sobre todo esto.

-Dime, Luna, ¿qué más quieres que te haga?

Pregunté en un susurro manteniendo el ambiente lo más que podía.

Su reacción fue estremecerse sobre mi cuerpo y mi contacto en ella. Sus gemidos cada vez más audibles con sólo caricias superficiales en su abertura y sus senos.

-Bésame, tócame, hazme tuya...- dijo, en medio de gemidos bajos -. Lo necesito.

Sonreí al ver que su timidez de había ido de la habitación hace mucho antes de que me despertará.

-¿Me necesitas?

Su cabeza asintió rápidamente a mi pregunta. Sus cabellos saliendo de su coleta mal amarrada. Levante mi cabeza como pude y hice contacto con nuestras bocas. Necesitaba sus labios tanto como ella necesitaba de mí.

CrownWhere stories live. Discover now