"No conozco a mi esposa"

Capítulo 002: Buen día, cariño.

Mientras que Mi Rae tomaba un poco de té para calmarse entró su marido junto a su hijo.

—— Cariño, ¿que hiciste hoy? Pasó algo interesante ¿no?

—— Solo limpié un poco pero está bien. ¿Cómo les fue a ambos? -su hijo la abrazó sonriendo-

—— ¡Mami! Tienes una nuera. Hoy conseguí una novia.

—— ¿Que? ¿Te hiciste novio de la que nos habías mencionado antes? — se arrodilló a la altura de su hijo con el ceño fruncido —

—— No. Es otra — lo miró sorprendida —
—— ¿Que? ¿Otra? ¿Pero qué pasó?

—— Pues, rechazaron a nuestro hijo y él se fue con su mejor amiga. — elevó una ceja y el sonrió —

—— Ve a tu habitación a hacer la tarea, no a pensar en novias. — su madre rodó los ojos sonriendo mientras que él obedecía, se fue y Mi Rae siente los largos brazos a su esposo rodearla, su esposo deja caer su rostro sobre su hombro mientras que sus pulgares acarician la piel de su esposa —

—— Te ves agotada. ¿Todo bien?
—— Si...es solo que mi padre me llamó. — el supo de inmediato que algo andaba mal y se separó de ella —

—— ¿Y que quiere? — su esposa bajo la mirada —

Le había contado todo a su esposo, no acostumbraban ocultarse nada. ¿No?

—— ¿Tú padre te molesta? Sabes que siempre que algo te molesta lo resuelvo. ¿Quieres que hable con el?

—— No es necesario, cielo. Tengo sueño.

—— Aún así no puedo dejar que el siga tratándose así como si no fueras su hija y-

—— Dije que tengo sueño... — le robó un beso a su marido y sonriendo camino a su habitación lentamente dándole un mensaje que él captó de inmediato, no era la primera vez —

Entró a la habitación y la abrazó llenándola de besos en el cuello mientras que ella sonreía y se acostaba en la cama sonriendo.

Mi Rae

—— Tengan un buen día. — abracé a mi hijo y acaricié su cabello — Nada de novias

—— ...Está bien... — accedió desanimado—

—— la única mujer en tu vida por ahora debo ser yo. ¿Entendido?

—— Ay, está bien, mamá. Eres importante para mi también. — reí y el subió al auto, estire las rodillas mientras que mi esposo esperaba — Cielo, te lo suplicó...nada de ir al trabajo con zapatos para hacer ejercicio y en una patineta o lo que sea. Y peínate un poco, te lo suplico.

—— Zapatos son zapatos, eso es más rápido que un auto y ¿te avergüenzas de cómo se ve tu esposo? — reí ofendida y me di un golpe leve—

—— Claro que no. Solo estoy preocupada por ti. ¿Acaso no puedo estar preocupada? Me siento angustiada todo el tiempo debido a ti.

—— Bueno ayer no lo estabas — volví a golpearlo —

—— Jang Joon Woo. ¿Que estás diciendo?
—— Está bien, está bien. Ya debo irme, ¿y mi despedida?

Lo abracé sintiéndome calientita en sus brazos, acarició mi cabello, besó mi frente y mis labios llenándome de el cariño que siempre amé de su parte

—— Todo estará bien. No te preocupes tanto cielo, yo siempre me encargo...descansa un rato.

—— Gracias, cariño.

—— Son mi lugar de paz... es lo menos que puedo hacer. — besó mis manos y subió al auto. Miré a mi Niño en la parte de atrás sacudiendo su manita, sonreí e hice igual despidiéndome de él —

Ya se habían ido con cuidado como siempre les pedía. Recibí una llamada que no recibía desde hace años y fruncí el ceño. Llevé el teléfono a mi oído.

—— ¿Señor Cho?
—— Señora Jang...

—— ¿Si? ¿Cuanto tiempo? ¿Todo bien? ¿Cómo está su esposa? ¿Y su hija?

—— Si, están bien. Espero que tu familia lo esté también.

—— ¿Que sucede? Creí que ya no necesitaba contactarme. Mi marido suele ser algo desconfiado a veces. Mi vida mafiosa la dejé hace mucho.

—— Malas noticas, Vincenzo Cassano, está aquí. — paralizada colgué, abracé mis brazos y entré corriendo al departamento—

Me cambié de ropa y llamé a un Uber. Me llevó al aeropuerto. Lo busqué por todo el aeropuerto y no lo vi por allí.

Salí llamando al señor Cho cuando el contestó ya lo había visto, entrando a un auto como si nada. ¿Cree Que está en Italia?

Subí a otro taxi y le pedí que siguiera el auto, el señor asintió con emoción pero los había perdido. Chasqueé la lengua preocupada y lo encontramos. Eran ladrones que lo tenían en el suelo y observaban sus cosas. Negué varias veces, le pagué al del taxi y me bajé tomandole fotos a ambos, patearon su cara y se fueron corriendo con sus cosas y el auto. Negué varias veces y me acerqué a él que estaba tirado en el suelo y sucio.

—— Vincenzo. Vincenzo. — lo volteo y recuesto su cabeza en mis piernas — Vincenzo... — el abrió los ojos lentamente y me miraba con los ojos entrecerrados—

—— ¿Vittoria? ¿Eres tú? ¿Haneul? ¿Eres tú? — negué, no era ella — Te extrañe...Haneul... — llevó su mano a mi rostro —

—— No, no soy Haneul. Soy yo, Mi Rae. Haneul debe seguir escapando en Italia. Yo soy Mi Rae. ¿Estás bien? -se sentó mirándome extrañado-

—— ¿Mi Rae? — se levantó del suelo y se miró la ropa y sus manos. Suspiré y me levanté limpiando la tierra de mi vestido azul marino con líneas blancas —

—— Si, soy ella. ¿Cuanto tiempo? ¿Cinco años? — lo abracé sonriendo olvidando lo sucio que estaba, correspondió a mi abrazo lentamente, seguía siendo el mismo que odiaba el contacto físico —

—— Si, también te extrañé. — se separó de mi y comenzó a insultar entre dientes al verse — Corea di merda.

—— Antes de comiences a gritar, yo pago el Uber. Solo respira. — me exalté cuando un perro comenzó a ladrar, sonreí al verlo y lleve mi mano a mi pecho — Aw, que ternura.

—— De verdad eres Mi Rae... — caminaba de un lado a otro insultando el país en voz baja —

—— ¿No tienes dueño? Esos ladrones te abandonaron ¿no? ¡Que malos son! — acariciaba su pelo blanco mientras que me lamía las manos — te llevaré a casa conmigo, cielo. A mi hijo le encantará. Ama los animales también. ¿Quien es el chico lindo? Tú lo eres.

—— ¿Llamaste al Uber? — preguntó Vincenzo alterado y asentí sonriendo mientras acariciaba el perro — Bien.

—— Vaya, que rápido. — llegó, sonreí y desencadené al perro y me lo lleve en mis brazos, Vincenzo seguía siendo el mismo, seguía insultando a Corea en el auto —

—— ¿Tienes un hijo?

—— Si, estoy casada y con un hijo. — el asintió y se quedó pensativo mirando por la ventana. Era obvio que estaba en el pasado pensando en Haneul otra vez, bajé la mirada al ver que le recordaba a ella tristemente—