III

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APERTURA.

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El canto de las aves termino por despertarme viendo los rayos de sol que morían en la pequeña suculenta que permanecía en mi ventana. El lugar era mucho más tranquilo por las noches en este lugar.

‒Es hoy –murmuro sin darme cuenta de que mi madre ya estaba en la puerta.

‒Qué bueno que ya estás despierta, ven y ayúdame a preparar el té de frutas, por favor.

‒Ya bajo, solo me visto y voy. –dije yendo a mi armario o algo parecido a este.

‒Bien, te espero abajo entonces. –dice saliendo.

‒Es hora. –murmuro convenciéndome al verme al espejo con un vestido beige de manta con una falda verde pistache y una cinturilla de un tono más alto junto el cabello suelo.

‒¿Qué hace falta?

‒Solamente el té y acomodar las galletas de zanahoria.

‒Bien, lo hare en la jarra y pondré los vasitos en las charolas.

El té de frutas era muy sencillo de hacer, solo se necesitaba fruta deshidratada, en este caso era fresa, arándanos, cereza, manzana y flor de Jamaica, todo eso se ponía a hervir y se agregaba un poco de azúcar.

‒Ya está. –dije viendo la jarra donde lo pondría.

‒Bien, no tardan en llegar.

‒Madre, no te desilusiones si el rey no llega.

‒Vendrá, ya verás.

‒Si tú lo dices.

Poco a poco la gente del pueblo empezó a llegar con una sonrisa en el rostro dándole la bienvenida a mi madre y a mí junto un abrazo. Yo seguía ofreciendo vasitos con té y algunas galletas.

‒Eso se ve delicioso.

‒Juro por los dioses que sí.

‒¡Creí que no vendrían! –exclamo con una sonrisa.

‒¿Bromeas? Esto es increíble –dice Aarón con el mismo tono de voz. –, tu madre tiene un sazón increíble.

Veía como disfrutaban las pequeñas galletas con una zanahoria de dulce que servía de decoración, estaba feliz por lo que mi madre y yo habíamos logrado.

‒¡Pues felicidades por este nuevo logro! –dice Harley con un vasito de té en mano.

‒De verdad les agradezco por venir. –murmuro. –Mi madre envió una invitación al reino, esta entusiasmada, cree que vendrán.

‒No niego que puede venir Tyler y Teresa, pero dudo que el rey, se digne a venir.

‒Ya veo en fin, ¿Cómo han estado? Ha pasado poco tiempo desde que nos vimos.

‒Oh, ya sabes, solo responsabilidades y obligaciones, nada de diversión, ¿y tú?

‒Mamá decidió inscribirme a Fluorine Of The Arcane.

‒Eso es genial, es de las mejores escuelas que hay en Dastacia, ¿Cuándo comienzas? ¿En qué salón iras? ¿Tienes listo tu equipaje?

Sus preguntas fueron tantas que su hermano tuvo que pararla para que yo pudiera hablar.

‒Déjala hablar. –le reprendió.

‒Lo siento, es que nosotros vamos a esa escuela –murmuro con una sonrisa, dándome a entender que siguiera hablando.

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