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Me balanceaba, podía observar la imagen de un par de arboles yendo hacia adelante y hacia atrás, mientras yacía sentada sobre una tabla de madera sujetada a un gran árbol por dos cuerdas en los costados

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Me balanceaba, podía observar la imagen de un par de arboles yendo hacia adelante y hacia atrás, mientras yacía sentada sobre una tabla de madera sujetada a un gran árbol por dos cuerdas en los costados. Reía mientras dejaba caer mi cabeza hacía atrás, sintiendo mi cabello volar sobre mi espalda; sé que era pequeña, lo sabía por mí risa. Con cada movimiento hacia adelante sentía el peso de unas palmas empujando, logrando el efecto del balanceo haciéndose más fuerte. Sin poder controlarlo, no vuelvo a sentir el balanceo, si no un empujón, haciendo que cayera sobre mi espalda sobre una camilla fría de metal; las luces del techo eran cegadoras y me obligaban a forzar la vista para poder distinguir un par de figuras inclinándose sobre mí, pero sin poder distinguir rostros.

"Tranquila, estamos aquí". Dijo una suave y pasiva voz antes de que el escenario cambiara de nuevo.

Era mayor, y esta vez corría tomada de la mano de un chico mas alto que yo, reíamos. Hasta que giró a mirarme y el pánico en su mirada provocó que mi risa cesara y que mis pasos se aceleraran, huíamos. No sé por qué, pero lloraba.

"Nunca dejes de correr."

Vuelvo a sentir el empujón que me tira una vez mas a la camilla, sin poder ver nada cierro los ojos.

Despierto.

Con el pulso y la respiración acelerada y queriendo gritar tan alto como mis pulmones me lo permitieran. ¿Cuál era el motivo? Hasta hace algunos segundos parecía recordarlo, pero al intentar buscar en mi memoria, no había nada. Ni siquiera una explicación coherente de donde me encontraba y la razón de estar aquí. Solo un par de datos lógicos y conocimiento general, el cuerpo humano, el mundo en general, hablar, contar.

Mire a mi alrededor, una luz roja parpadeaba al ritmo de una corta e incomoda alarma, pero que ayudaba a distinguir mi entorno. Pisos y paredes de un frío y oscuro metal, parecía estar encerrada dentro de una jaula, con mas jaulas adentro. Cajas de madera, sogas, barriles y algunas otras cosas; detrás de mí, un cerdo chilló asustado y asustándome. Quise levantarme, pero me fue imposible por el rápido movimiento de la caja metálica ascendiendo.

Por lógica a mi cabeza llegó la palabra "elevador" ¿Por qué estaba dentro de un elevador? Y ¿A dónde llevaba el elevador? ¿cuándo parara el acelerado ascenso?

Traté de buscar respuestas en mi cabeza, pero solo conseguí frustración. Mi mente estaba en blanco; ni siquiera pude encontrar respuestas sobre mí misma. ¿quién soy yo y como llegue aquí? Todo lo que vi anteriormente, todas esas imágenes. ¿eran recuerdos míos? Cada vez se hacían mas débiles y difíciles de distinguir.

Mil preguntas se hacían presentes en mi cabeza y mi cordura no podía soportarlo más, pero antes de poder gritar, llorar o hacer cualquier cosa, la alarma y el movimiento del elevador se detuvieron. Por fin logré ponerme de pie, casi vuelvo a caer al sentir lo adormecido de mi pie izquierdo. Traté de empujar el techo y las paredes para ver si lograba algún efecto que me ayudara a salir de esta, pero fue imposible.

Segundos más tarde, un rechinido por parte del techo se hizo audible y seguido de este, la caja se llenó con una luz brillante y cegadora que me hizo cerrar los ojos por inercia. Trate de abrirlos poco a poco y mirar hacia donde reconocía que era la salida de esta caja, pero con un rápido movimiento que me hizo retroceder, una persona saltó en la caja y se posicionó frente a mí.

Un chico algunos centímetros mas alto que yo, de complexión delgada y cabello rubio, con un semblante de confusión e incomodidad y su mirada fija en mí, pronuncio las palabras:

"¿Es una chica?"

Sin tener oportunidad alguna de responder, fuera de la caja, murmullos de asombro se hicieron presentes y miré hacía arriba para poner rostros sobre esos sonidos. Inmediatamente sentí un sentimiento potente de intimidación y mucho miedo, pues lo que mis ojos vieron fue una gran cantidad de hombres reunidos alrededor de la caja, todos y cada uno de ellos mirándome.

"¿Qué carajos?" dijo uno

"Pensaba haberlo visto todo" otra voz

"¿Por qué tardas tanto ahí dentro, Newt?" preguntó alguien más

"Creo que está muy asustada" respondió el chico parado frente a mí

"Oye niña, tarde o temprano tendrás que salir de ahí, o tendremos que sacarte nosotros"

Esta declaración fue lo que me inundo con pánico, ¿querían sacarme? ¿por qué y cómo? Retrocedí lo más que pude hasta que mi espalda topara con la fría pared de metal, llamando la atención del chico frente a mí.

"Muy bien hecho Gally, llena de miedo al novato" dijo una voz, provocando algunas risas.

"Hey" llamó el chico frente a mí "Todo está bien, ¿sí? Se que tienes muchas dudas y que nada parece tener sentido, prometo explicarlo todo, pero tenemos que sacarte de aquí"

Negué con mi cabeza provocando una muy ligera sonrisa en la cara del chico.

"Mira, ¿ves allá arriba? Todos esos larchos estuvieron en tu posición alguna vez." Dijo señalando hacia arriba, haciendo que mi mirada viajara desde él hacia ellos y de regreso.

"Tenemos que sacarte de aquí, y tomar todas estas cajas también. Te prometo que nadie te hará daño, solo queremos sacarte de aquí"

Su mirada estaba fija en la mía, y de alguna manera sus ojos color marrón claro lograron tranquilizarme. Di un suspiro y asentí lentamente, y él asintió de regreso. Retrocedió y tomó una de las cajas cerradas en sus manos, después se apoyo en ella para salir de la caja, una vez arriba me invitó a hacer lo mismo y con su mano tiró de mí, ayudándome a salir.

Al instante, desee no haberlo hecho. Una multitud de chicos de todas las edades y tamaños me habían acorralado conmigo en medio de todos ellos, y no pude distinguir a ni una sola mujer. Mi respiración comenzó a agitarse a causa del miedo y sentí mis ojos llenarse de lagrimas cuando una fuerte e imponente voz dijo,

"¿Qué tanto la miran? No sabía que estaban en su descanso. Por si no lo notaron, hay cajas que sacar y trabajo que hacer. Muevan sus traseros"

El responsable de la voz era un chico moreno sólo un poco más alto que yo. Debió haber sido el líder, ya que sin inmutarse todos y cada uno de los chicos hicieron lo que él les dijo y volví a estar sola sin miradas, sólo con él.

"Bienvenida al área, novata"

¿el área?

Por primera vez tuve oportunidad de visualizar el lugar donde me encontraba, y no pude evitar abrir la boca en asombro. Parecía un jardín, no, un bosque, un inmenso bosque rodeado de muros de concreto y una sola abertura entre ellos. Dentro del bosque se distinguían algunas cuantas estructuras de madera, que parecían haber sido construidas por ellos mismos. ¿es aquí donde vivían?

CRUEL no es buenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora