Cuando Lauren y yo pisamos el asfalto de la base militar, un escalofrío recorrió mi medula espinal e hizo que mi mano chocara con la de Lauren, ella lo notó y rápidamente la tomó para calmar los incontrolables nervios que sentía en ese momento.El portón de hierro se cerró detrás de nosotras rápidamente, tan rápido que nos sentimos como pájaros salvajes siendo atrapados por una inmensa pero segura jaula de hierro inoxidable.
Una chica alta, más alta que nosotras dos, forrada en una llamativa ropa de marca excesivamente cara caminaba hacia nosotras, notamos que ella hacía un movimiento extraño, extraño en el sentido de que se acariciaba su cabellera rubia con desdén.
Lauren frunció el ceño y yo arquee mis cejas.
— ¡Buenas noches señoritas!
— Buenas..
Respondió Lauren un poco dudosa e intimidada.
— Gracias por dejarnos entrar.
Comentaba inesperadamente, con el mismo miedo indomable que sentía mi acompañante.
— Tranquila, necesitábamos más sobrevivientes.
— ¿Por qué te acaricias la cabeza?
Preguntó Lauren extrañada, intentando mirar a los alrededores por si algo extraño pasara.
— Ew... -Dudó- bueno.. –Bajó la mirada sonriendo avergonzada-.
— ¿Eras la de la radio?
La mayor afirmó.
— Es increíble.
Exclamó Lauren en un tono turbulento.
— Perdonen, chicas.
— Perdón nada.
Volvió a responder la ojiverde.
— Pero agradezcan que las haya dejado entrar.
— Pero no tiene..-
— No importa, quiero sobrevivir.
Culminé la frase de Lauren, interviniendo estratégicamente buscando las maneras de adaptarnos al lugar.
— ¿Ves?
Dinah miró a la chica con la que yo estaba, de manera desafiante.
— Necesito que pasen por revisión.
La mayor giró sobre sus talones e hizo que nosotras las siguiéramos hacia donde sea que nos llevara, la rubia notó que Lauren cargaba la escopeta y su dedo estaba en el gatillo de este, sin embargo lo tenía apuntando hacia abajo.
Solté la mano de Lauren y ella lo notó cuando Caminábamos tras de la gigantesca rubia.
— Mi nombre es Dinah.-Comentó la rubia en plena oscuridad-.
— ¿Dinah? -Preguntó Lauren de repente-.
— Sí .-Afirmó de espaldas-. ¿Por qué?
— ¿Hansen? .-Volvió a preguntar mi amiga-.
Su silueta volvió a girar en dirección a nosotras para respondernos mejor.
— ¿Cómo lo sabes? .-Resopló-.
— Dinah, soy yo, Lauren.-Musitó-.
— No te creo .-exclamó Dinah con severa emoción-.
— Sí tarada, soy yo.-
Dinah en cuestión de segundos tomó a Lauren de las caderas para elevarle en un fuerte abrazo.
— ¡Dios mío! .–Gritó girando sobre sus pies con Lauren en sus brazos-.
— Creí que habían muerto .-Sonrió con los ojos aguados-.
— ¿Qué crees? -Dijo Dinah- ¿Cómo es que tú pudiste sobrevivir? -Dijo Dinah ha bajando a la chica de cabello negro-.
— Mira, he aquí a Jade Thirlwall.-Dijo apuntándome.- Ella es la razón por el cual he sobrevivido.-sonrió-.
— Menuda chica .-Sonrió Dinah con mucha felicidad-. Poopey, tenía años sin verte –Rió abrazándome con severa fuerza-.
— Yo también .-A duras penas logré decir-.
— Hay alguien quien te espera aquí, querida, te vas a alegrar.-Me soltó después de haber dicho esas palabras tomandonos de las manos a mí y a Lauren.
Dinah emocionada nos llevó a varias tiendas a pesar de estar oscuro para no llamar a los zombies se podían distinguir las siluetas a excepción de cuando nos adentraba a las tiendas, ahí tenían lamparas de cabañas quienes la iluminaban.
Lairén encontró a Ally y Normani en una de esas tiendas jugando a las cartas junto a otro par de chicas, Leah y Marié quienes fueron muy simpáticas al saludarnos, después de tener una conmovedora reencuentro de amistades, nos presentó a un par de chicos de nombre Kevin y Dereck, exactamente mayores que nosotras por 3 años aproximadamente, igual de amables que las demás. La mayoría de los sobrevivientes dormían para mañana hacer su largo y duro trabajo.
Dinah a medida que caminaba y nosotras tras de ella, nos contaba lo sucedido, lo perdido, lo ganado, las duras batallas que tuvieron a raíz de esto, e inclusive el poder limpiar este lugar no teniendo nada, absolutamente nada para luchar.
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Help Me.
FanfictionDespués de tres años de guerra, sí, guerra, se suponía que mi futuro iba a ser maravilloso pero no fue así, todo dio un giro, radical, rápido y completamente seguro; lo que llamaban ciudad dejó de serlo por aquél impacto que poco a poco se volvió ma...