05. 𝐓𝐑𝐀𝐆𝐄𝐃𝐈𝐀𝐒 𝐘 𝐓𝐄𝐍𝐒𝐈𝐎𝐍

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El silencio reinó en todo el departamento una vez Aldo y Madison estuvieron solos

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El silencio reinó en todo el departamento una vez Aldo y Madison estuvieron solos. Ambos no podían evitar estar disgustados ante aquella decisión que había tomado su amiga, incluso pensaban que era un plan de todo el grupo para intentar unirlos.

Cosa que no va a pasar, en ninguno de los planes de los protagonistas estaba el ser unidos y hacerse super amigos.

Esas eran mamadas y no de las buenas.

Madison tenía una expresión molesta en el rostro, su mandíbula estaba ligeramente apretaba, sus cejas fruncidas, sus brazos cruzados y en su mente maldecía a sus amigos, hermano, cuñada y al mismísimo Aldo.

Por otro lado Aldo tenía una expresión seria, sus ojos evitaban mirar a la colombiana, sus labios estaban apretados y sus manos hechas puños, no estaba para nada de acuerdo con lo que estaba pasando, para él era una completa tontería, algo muy innecesario, no tenía caso que los dejaran solos en el departamento, no iban arreglar sus diferentes, ni se iban a poner como viejas chismosas mientras tomaba té.

Eso jamás pasaría, nisiquiera en sus sueños.

La colombiana soltó un suspiro y miró todo su panorama, según los habían dejado en el departamento, para que limpiarán e hicieran espacio para colocar la mesa en donde iría el pastel y los regalos, no tenía sentido ya que eso podrían haberlo hecho todos justo momentos antes de que Osvaldo llegará al departamento, pero como los demás amaban ver el mundo arder, decidieron dejar a los que se quieren matar cada dos por tres, solos en el departamento, muy divertido. Madison se levantó del sillón individual y colocó sus manos en su cintura, no sabía por dónde empezar y no le preguntaría a su acompañante tampoco, asi que simplemente dejó que su instinto la guiase.

Madison tomó con cuidado el sillón individual en donde anteriormente estaba sentada y lo dejó en una de las esquinas del departamento, se acercó al otro sillón individual y lo llevó a la misma esquina, pero a este le dio la vuelta para poder dejarlo sobre el otro sillon. Aldo por su parte observó a la pelinegra atravez del rabillo del ojo, la vio acomodar los sillones con cierta facilidad así que nisiquiera movió un músculo, ella podía sola, pensó el pelinegro en ese momento.

── Hijueputa sillón ── Dijo la Madison por lo bajo cuando no logró alzar el sillón familiar con facilidad ── Pesa como la mierda ── Sus manos fueron hasta la base del mueble e intentó volver alzarlo nuevamente pero falló en el intento. La pelinegra soltó un suspiro y mordió su labio levemente, no quería pedirle ayuda a Aldo, pero ante las circunstancias debía hacerlo ── ¿Podrías ayudarme con el sillón?, Esta muy pesado, no puedo sola.

Aldo la miró de reojo y lo pensó por unos segundos, estaba dudando en su brindarle su ayuda a la chica o no ── Está bien ── Accedió el pelinegro. Aldo se acercó hasta Madison y tomó el sillón del extremo contrario ── ¿Dónde vamos a dejarlo?

𝐄𝐍𝐄𝐌𝐈𝐄𝐒 𝐓𝐎 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒 ── 𝐀𝐋𝐃𝐎_𝐆𝐄𝐎Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon