𝙴𝚕 𝙰𝚖𝚒𝚐𝚘 𝚍𝚎 𝙻𝚞𝚏𝚏𝚢

𝕤𝕠𝕝𝕠 𝕖𝕤𝕥𝕒 𝕧𝕖𝕫, 𝕕𝕖𝕛𝕒𝕣𝕖 𝕢𝕦𝕖 𝕥𝕖 𝕒𝕝𝕖𝕛𝕖𝕤 𝕍𝕀𝕀

El día había empezado bien, el cielo despejado, las pocas nubes, el sonido de un gallo fue lo que provocó que el niño se despertara sacudiendo a Roger para que esté se despertara, ambos salieron de aquella pequeña casa de madera, que pareciera que en cualquier momento se caerá a pedazos, el niño con una sonrisa corrió dónde Makino para poder desayunar.

Pero la mujer le dió comida con la condición de que se diera una ducha, Luffy acepto, no del todo gustoso.

Roger se rió al ver como el niño se debilitaba por el agua mientras Makino lo duchaba, Luffy le grito e insulto para que dejara de reír.

Makino soltó un pequeño suspiro al ver como el niño hablaba solo, estando preocupada por el.

Después de la ducha y el desayuno, el niño tenía un deseo, un deseo tan simple.

El extrañamente quería ver el mar, solo eso, sentarse en algún acantilado y observar como el cielo tocaba el mar en el horizonte.

Y eso fue lo que hicieron, pasaron horas, y el niño seguía allí, maravillado ante la vista, el cielo y el mar, se veían tan pacíficos, y el niño estaba encantado ante esta tranquilidad.

—Roger, si soy el rey pirata, el mar sería mi hogar?— El niño le pregunto al adulto sin siquiera mirarlo, estaba más concentrado viendo el volar de algunas gaviotas

—Sabes?, Tenia un amigo que dice que todos somos hijos del mar, que no importa quien es tu padre, o con quien compartes tu sangre, todos venimos del mar— el adulto dijo mientras el niño se acomodaba entre sus piernas y observaba desde allí el mar —

—Hijos del mar? Eso significa libertad, o no?— Una sonrisa apareció en el rostro del niño, una sonrisa de ilusión —Roger, cuando fuiste el rey de los piratas, fuiste libre?—

El pirata se sorprendió a esa pregunta y luego soltó unas carcajadas desordenando el cabello del niño.

—Claro que lo fui!, Me sentí el hombre más libre en todo el mundo, sabes?— El adulto se levantó y el niño repitió su acción —Aunque existen dos tipos de piratas—

—Dos tipos?— El niño ladeó la cabeza y el adulto asintió —

—Exacto, es como decir que todas las personas son iguales, pero son diferentes, los piratas son iguales están los piratas "malvados" que solo buscan su propio beneficio, matando, robando— el adulto observo el mar que alguna vez navegó y posiblemente lo volvería a hacer, pero está vez el no sería capitán, si no que su mocoso seguiría su propia aventura —También están los "hombres de paz" estos son lo contrario a esos piratas, luchan por sus sueños y vencen a esos piratas malvados—

—Está claro el tipo de pirata que quiero ser— el niño soltó unas pequeñas risas mientras limpiaba su nariz —

Grande fue la sorpresa de ambos pelinegros al ver como un adulto de edad ya avanzada golpeaba al niño en la cabeza, haciendo que esté se agache tocando la zona recién golpeada que empezaba a inflamarse.