Mestiza (Experiencia En RD)

Fiesta De Bienvenida

Yo los vi y quedeee, quedeee.

Salimos juntos de la sala común y fuimos a la fiesta en gryfindor.

Literal entramos y queeee pedo con las fiestas en Hogwarts, había gente casi follando en los sillones, y yo de que inviten.

Blase y Pansy se fueron quien sabe a donde. Draco y Theo fueron por alcohol y yo quedé sola en una fiesta en la que no conocía a nadie.
Mi ansiedad social salió, lit estaba ahí. modo tieso, hasta que llego Mattheo.

–Hola princesa – me dijo mirándome de arriba hacia abajo, para después soltar un pequeño suspiro– te vez jodidamente sexy.

–Hola Mattheo–digo tomando el vaso qué me ofrece –¿que se supone que es esto?

–No tengo ni la más mínima idea, los Weasley son los que dan las bebidas, y ellos, como decirlo, las mejoran– dice tomando de su vaso.

Los Weasley, yo quiero ser su amiga y pues ya después reforzar la amistad.

Tome un trago del vaso y sabía a alcohol normal, bueno esa vez.

–¿Como las mejoran? – le pregunto a Mattheo.

–Pues, las fiestas anteriores, las bebidas tenían pociones– explica sonriendo – las cuales a veces te ponían super caliente, y literal te metías con quien fuera.
Otras te hacían alucinar, ponían a todos en un viaje astral muy loco. En una ocasión usaron poción de la verdad y absolutamente todos comenzaron a contar sus secretos, eso no terminó muy bien. Pero parece que estas son alcohol normal.

–Vaya, parece que saben como dar una fiesta– digo sonriéndole coquetamente a Mattheo, perdón no lo puedo controlar.

–Tu y yo podríamos dar una fiesta, en mi habitación– me propone tomándome de la cintura.

–Que más quisieras Mattheo, pero en este momento necesito diversión cero sexual– dije tomándolo de la mano y llevándolo a bailar.

Yo puse que osea ese tiempo es el mismo de aquí, osea la música, los pensamientos más actualizados, saben como.

En fin había un grupo de chicas bailando super hot y pues me les uni dejando a Mattheo.

Estába bailando con una chica rubia, que literalmente tomo mi mano y me guió hacia una mesa, en donde las dos nos subimos y empezamos a bailar.

Un baile acá muy hot, y para hacerlo mejor me tomo del mentón y me beso, un beso corto, pero que entusiasmo a nuestro público que estaba presenciando nuestro baile.

Yo me bajo de la mesa dejando a la rubia sola.
Y me encuentro a Mattheo con una sonrisa.

–Nada mal–me dice.

–¿Nada mal? – pregunto.

–Nada mal el hecho de que acabas de dejar a la mitad de los chicos con una erección con ese baile y mierda – suspira– ese beso, que oye fue jodidamente caliente.

–Lo se, suelo tener ese efecto en los hombres– le digo con una sonrisita.