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🐻‍❄️: este capítulo es un resumen de una conversación que tuvieron Cassano y Jang tras llevarte al hospital por segunda vez antes de que despertaras.

Querido tío

—Es como un familiar cercano para mí; siempre me admiró y yo siempre lo admiré. Desde que lo conocí fue un niño obediente, servicial, sociable e inteligente. A pesar de las rudas reglas opresoras que le tenía Sung-woo, siempre perduró en el júbilo —Cassano soltó un suspiro, viéndote recuperarte cómodamente en la camilla de hospital a través de la ventanilla de la puerta.

—¿Cómo lo conociste? Si tan solo era un niño... —Han-seo frunció su ceño con levedad al sentirse perdido en el transfondo.

El Don sonrió. —En mis inicios de Consigliere era muy famoso entre mis grupos, tanto por mi inteligencia, como por mi dureza al lidiar con los traicioneros o los enemigos —suspiró. —¿Recuerdas el método de mi familia sobre el escondite para el oro? —su menor asintió. —Siempre ha permanecido como un éxito entre la mafia italiana, pero solo los que se aliaban conmigo tenían una idea exacta de lo que se trataba, si alguien se esparcía aunque fuese un poco el rumor, moría por mi propia mano o la de mis hombres —miró a Han-seo. —A eso, en esas épocas no dudaban en expandir el rumor de lo valiosa que era mi información sobre el método de la familia Cassano, así que recibí una oferta de millones por repartir mi información a un grupo de matones aquí en Corea. Mi padre accedió y viajé hasta aquí, aproximadamente en el año dos mil once.

—Más de diez años... —dijo con asombro.

—Sí, en ese entonces Do-shik tenía doce años de edad y fue cuando le conocí —hizo una pausa para sentarse en un asiento. Han-seo lo siguió —Me encontraba elaborando el plan con su padre tan pronto estuvo de acuerdo con el contrato y las reglas, porque su soberbia, además, lo mantenía apurado. Me di cuenta de lo difícil que era la vida para el pequeño cuando ese idiota lo hacía sucumbirse ante sus malos tratos. No tenía vergüenza en gritarle frente a mí si quería charlar conmigo o hacer la mínima cosa que no le agradaba, pero sí en disculparse en el nombre de Do-shik por "lo mal que hace las cosas" —suspiró con molestia. —No quise ponerle mucha atención a la situación, pero era prácticamente un pre-adolescente que estaba pasándola demasiado mal por un padre sumamente abusivo en todos los sentidos.

—¿Y su madre? —preguntó con preocupación.

—Nunca tuve la oportunidad de charlar con ella, pero siempre la escuchaba dentro de la cocina o le veía limpiando para Kang... No lo sé, trataba a Do-shik de marica cada que podía y le golpeaba sin piedad, esto segundo lo sabía por obvias razones, más por las innumerables veces que tuve que visitarle a su casa por el acuerdo... —suspiró, llevándose una mano en la nuca. —Debí llevármelo conmigo desde un principio... —Han-seo palmeó el hombro de su hermano, mirándolo con un puchero de tristeza. —¿Sabes? No fue hasta que un trece de marzo, Sung-woo decidió asesinar a su madre frente a él que... pude llevármelo conmigo.

—No importa el momento, Vin —le sonrió con compresión, mientras le daba un apretón reconfortante en el brazó. —Fuiste a por él e hiciste que supiera que tenía a alguien a quien sí le importaba.

—Sí —sonrió con nostalgia, aunque luego se llevó las manos a la cara. Su ansiedad se notaba sin mucho esfuerzo. —Yo lo traje aquí de vuelta igualmente... Siento que es mi culpa... —suspiró con pesadez, luego se reincorporó. —Espero que no esté enfadado conmigo después de todo esto y que esté bien, quiero que lo esté.

—Sea o no tu culpa, al menos todo esto terminó, ¿no? —Vincenzo le sonrió, rindiéndose ante su tono de indiferencia.

—Ya, cállate —le despeinó los cabellos, riéndose con alivio al sentirse mejor. —Siempre eres un tonto.

—Bueno~, es que no quiero verte mal... Además, seamos realistas, todo esto tenía que suceder tarde o temprano —le colocó un brazo alrededor de sus hombros. —¡Alégrate! Do-shik se va a poner bien.

—¡Llegamos! —los inquilinos aparecieron junto a Cha-young.

—Ah, cariño —Vincenzo le sonrió.

—No empieces a ser cursi, hay niños —Cha-young se rió, apretándole las mejillas.

—Ah... ¿Cómo está Do-shik? —preguntó el señor Nam, eso hizo que todos miraran con expectativa a tu jefe.

—Mejor, los médicos dicen que despertará pronto, aunque obviamente necesitará su debido descanso —Vincenzo les aclaró.

—¿Así que ya está mucho mejor? —preguntó Miri, con entusiasmo.

—¡Ya~! Muchas preguntas —volvió a rodearle los hombros a su hermano adoptivo. —Mejor esperemos a que nos dejen visitarle y entonces cuando veamos que está bien, vayamos a comer algo... Todos estamos hambrientos.

—Uy, tiene razón —habló Cheol-wook.

—Sí, mi bebé está hambrienta también —la esposa de Cheol-wook contestó, entonces todos la siguieron.

—Bueno, está bien —Cassano se rió.

Vincenzo solo pudo pensar... Recupérate pronto, Do-shik, tu tío te extraña.

˙⌗: Consigliere Kang | Jang Han Seo × lector masculino. (CORRIGIENDO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora