Las culkicherrias

Un comienzo.

"¿Soy real o una fantasía? Eso depende de como me vean."

Normalmente la gente cumple una rutina cotidiana, un destino que ya está establecido: Despertarse, merendar, trabajar, ver la tele y descansar para volver a hacer lo mismo al día siguiente, y así hasta el fin de sus vidas...

Creí que ese era el destino de nosotros, los comunes y corrientes, hasta que el se cruzó en mi camino y mi vida...pues, ya lo verán más adelante.

Saludos, gente ordinaria, mi nombre es XXXX XXXX, pero pueden llamarme Cuck.

Un apodo poco conocido (creo que único), bueno, me lo puso él...

Contexto: Soy empleado de una cafetería, tengo 19 años y soy aficionado al arte. Piel poco morena, pelo marrón y ojos del mismo color. Soy algo alto y delgado.

Bueno, lo que suelo hacer después de salir de trabajar es pasear por el parque Sweet Apple, un espacio muy hermoso, que tiene como atracción principal un hermoso y lindo estanque con decoraciones de piedras y una estatua de un navegante. Bueno, eso es lo que se suele observar todos los días, no a un chico en medio del estanque hecho un desastre.

Como las demás personas que pasaban por ahí, fui a ver lo que pasaba. El chico era blanco, ojos verdes y cabello oscuro, con unos 18 al parecer (mi intuición no falla).

Lanzaba maldiciones a diestra y siniestra cuando salió del agua, enojado y frustrado, luego, agarró una libreta que se hallaba tirada en el suelo y empezó a caminar, lejos del lugar.

Yo, por mi parte y lleno de curiosidad, lo seguí hasta alcanzarlo y le pregunte:

-Oye, ¿estás bien?

El me miró y dijo a secas:

-¿Y eso a ti que te importa estúpido?

-Pues...simplemente quería saber.

-Tu eres la prueba que toda la gente de hoy en día es tan tonta.

-¿Es eso un cumplido?

-Tómalo como quieras, tarado, y lárgate de una vez, tengo cosas que hacer.

-¿Cómo ir a cambiarte toda esa ropa mojada?

-Solo vete, capullo.

Retomó sus pasos y siguió caminando, mientras lo miraba, expectante, hasta que, como obra del destino, se dio la vuelta y vino hacia mi, con la cabeza gacha.

-Por cierto, ¿no tendrás algo de comer?

-¿A qué viene esa pregunta?

-Pues pasa que tengo hambre, idiota.

Lo mire detenidamente, observando su incomodidad al formular esa pregunta, luego empecé a reírme tan fuerte que el chico se sorprendió y me lanzó una mirada asesina.

-¿Acaso quieres recibir un golpe?

-¡Con mucho gusto, JAJAJAJAJA!

-Maldito...-estaba dispuesto a callarme la boca-

-ESPERA, dios, lo siento, es que normalmente no suelo toparme con gente como tú, que toma descansos dentro de los estanques y pide comida a un desconocido, es nuevo para mi.

Me miro a los ojos y por una milésima de segundo pensé: "Tiene unos lindos ojos"

-Llámame Pechs.

-¿Perdón?

-¡QUE ME LLAMES PECHS!, ¡¿ERES SORDO O QUÉ?! Así ya no seremos desconocidos.

-¿Y esto a que viene?

-Que aún quiero comida.

-¿Eres un vagabundo o algo parecido?

-Algo así, bueno, no realmente, es un poco difícil de explicar, así que...

-Ey ey ey, tranquilo, no tienes que explicármelo todo ahora, podemos ir a por un café, ¿te parece?

-Ah, en ese caso está bien.

-Y por cierto, mi nombre es Cuck.

-¿Y esa mierda de apodo?

-También te lo explico cuando estemos bebiendo algo, sígueme, vagabundo.

Desde ese momento, mi vida dio un extraordinario giro que no pensé que tendría la bendición de experimentarlo...

FIN DE LA PRIMERA PARTE