-20.5-

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[. . .]

Minutos antes.

— Charlie, amor, tranquila.

— ¡PERO ÉL M-ME QUIERE, V-VAGGIE!

— Lo sé, y estoy muy feliz por ti. — Acarició su espalda. — Te dije que todo saldría bien ¿No?

— ¡É-Él de verdad parecía querer arreglar las cosas! ¡DE VERDAD, VERDAD! ¡¿ENTIENDES?!— Sollozó infantilmente, su novia le alcanzó otro pañuelo descartable el cual tomó para sonar sus mocos por octava vez. — ¡N-Nunca habíamos hablado a-así!

Vaggie suspiró con una sonrisa, a pesar del llanto incontrolable y los balbuceos constantes, ver a su pareja tan feliz la hacía feliz a ella. Era realmente reconfortante verla sonreír y reír, y saber que la razón fuera algo tan bueno como reconciliar la complicada relación con su padre le alegraba.

Ella merecía esa felicidad.

— Estoy segura que él está igual de ansioso por pasar todo el tiempo posible contigo. — Le dió un pequeño beso en la mejilla, Charlie no dudo un segundo en tirarse sobre ella para abrazarla por los hombros, frotó su mejilla con la de la más baja mientras seguía soltando grandes lágrimas.

— ¡Y CANTAMOS, VAGGIE! ¡Cantar en mi familia es casi como la muestra de cariño más grande! ¡Y ÉL CANTÓ CONMIGO! — Pataleo como una niña pequeña, la de cabello largo se limitó a sujetarse mientras era agitada por todo el movimiento. — ¡Y-Y y yo...!

— Amor-

— ¡Y-Yo creí que é-él ya no me quería en su vida y q-que yo ya no le importaba! ¡Creí que había perdido también a mi papá!

Oh.

Eso último tocó el corazón de Vaggie más que todo lo que había escuchado antes. Inmediatamente correspondió el abrazo y la acunó entre sus brazos, dejando que la rubia se recueste sobre ella y obviamente procurando no aplastarla porque la diferencia de tamaño entre ellas no era mínima. Charlie dejó de hablar para continuar llorando, permitiéndose ser débil y frágil frente a la persona en que mas confiaba en todo el universo, dejó que toda la angustia retenida por años salga en hipidos y jadeos que no decían una palabra, pero lo demostraban todo.

Estuvieron allí al menos diez minutos más, en silencio donde Vaggie acariciaba los dorados cabellos de la princesa y ella se dejaba mimar, sollozando cada vez más lento y bajo, demostrando que poco a poco lograba calmarse.

Charlie estaba muy feliz, pero había necesitado sacar todos esos sentimientos amargos que la atormentaron por toda su vida.

[. . .]

Ya estaban en pijamadas y arropadas en la cama, listas para dormir y recargar las energías para el día siguiente. Pero mientras Vaggie leía un libro notó que su novia no estaba durmiendo, si no moviéndose una y otra vez, buscando una posición cómoda tal vez, pero estaba así desde hace cinco minutos completos y ya le había quitado la sabana de encima.

— ¿Charlie?

— ... Me siento mal.

— ¿Mal? — Mandó el libro a volar. — ¿Qué te duele? ¿Estás mareada? ¿Tienes fiebre?

— No ese "mal", Vaggie. — Rió levemente, enternecida por lo protectora que podía llegar a ser la más baja. —  Me refiero a que... — Su expresión se entristeció. — Lo que hice hoy estuvo mal, sí, las cosas terminaron bien pero antes de eso... Le grite a papá, fui muy grosera cuando él se tomó el tiempo de venir a verme a mi y al hotel.

— Estabas muy estresada, corazón.

— Lo sé, y se que papá tampoco estaba siendo la persona más... Accesible, por decirlo de alguna manera. — Hizo una mueca incómoda, recordando lo soberbio que se mostró por unos momentos. Suspiró dejando esos pensamientos de lado. — Pero aún así nada justifica mi actuar, fui mala con él, Vaggie, da igual todo lo que haya pasado antes entre nosotros. — Abrazó sus piernas. — Yo no soy así, yo siempre soy amable e intento ayudar a todos, ¡Yo no le grito a la gente! P-Pero lo hice y... — Curvo sus cejas. — Me siento mal.

Vaggie miró con pena a la princesa, entendiendo perfectamente a lo que se refería. Se acercó a ella y dejó reposar su cabeza en uno de sus hombros, ella la miró de reojo.

— Entonces la respuesta es fácil, amor. — Contestó con paciencia. — Discúlpate con él, hablen sobre el tema y déjale en claro que no fue tu intención reaccionar así. Lo entenderá.

Hizo un puchero. — ¿Tú... crees que lo hará...?

— Se que sí.

— ... — Jugo con los mechones de su cabello que resaltaban, pensando. — ... ¿Crees que es muy tarde?

...

Vaggie parpadeó ante esa pregunta, ¿Quería ir a hablar con él en ese momento? Evidentemente la noche ya había caído y lo más probable es que el rey estuviera durmiendo junto con... Alastor.

Wow, era extraño decirlo por más que lo supiera desde hace tiempo.

Pero aún así busco su teléfono entre las sábanas y lo prendió, la pantalla se iluminó dejando que las chicas vean el fondo de pantalla donde ambas se abrazaban cariñosamente, y claro, la hora.

— Amm, ya son las diez y un poco más. — Dijó sin desviar la mirada del teléfono. — ¿Qué tal si mañ-

— ¡TIENES RAZÓN, VAGGIE! — Se paró de un salto, asustando a la más baja y provocando que suelte el celular. Charlie hizo puños con sus manos y los alzó con determinación. — ¡Nuestro amor de padre e hija no puede esperar! ¡VUELVO ENSEGUIDA!

Antes de que Vaggie pudiera responder, escucho el sonido de la puerta cerrarse.

¿Por qué nunca la escuchaba?

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El novio de papá. [RadioApple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora