Capitulo 1

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Era de mañana, mi nuevo año escolar comenzaba. Me duché y vestí y salí lista para empezar el día. Ingresaba a 4to de secundaria. no me emocionaba mucho la idea, pero aun así tenía que fingir una sonrisa durante las 24 horas. En fin, al bajar las escaleras me topé con la misma escena de siempre. Mis padres discutiendo y gritándose uno al otro, era típico, pero aun así DOLIA. Dolía porque yo era impotente, dolía porque siempre ocurría y dolía porque yo era el motivo de sus discusiones. Lo único que hice fue salir corriendo y dirigirme a la escuela aguantándome las ganas de llorar. El viento soplaba realmente fuerte y las hojas de los árboles se tornaban marrones anunciando la llegada del otoño.

Al llegar al colegio aún era temprano, me dirigí a la sala de música donde tienen un gran piano que comúnmente no lo usan. Me senté y toque, toque, toque y seguí tocando expresando todo lo que hasta ese momento había estado acumulando, seguía y seguía y no paraba. Mis dedos se movían solos y mis lágrimas brotaban sin poder retenerlas. Las notas salían al compás del dolor y la tristeza, el viento se acoplaba y juntos formaban una melodía llena de dolor.

Poco a poco me fui calmando y la melodía fue parando cuando de pronto, me di cuenta que no estaba sola en ese momento, pues una persona había estado observándome durante quien sabe cuánto tiempo tras la ventana. Yo solo lo mire y él se dio cuenta de eso.

_Disculpa, no quería interrumpir, es solo que jamás había escuchado tan bonita melodía. Pero hay algo que me preocupa, y es que parece que la tocaras con muchas tristeza y dolor, disculpa mi comentario, no se mucho de música sin embargo pude percibir eso..._ dijo algo sonrojado.

Yo lo único que hice fue empezar a llorar. Pues él es la primera persona que entiende como me siento, el entiende que estoy dolida y muy triste, él pudo entender lo que trataba de expresar, él pudo entender lo que otros no lograban, el cambio absolutamente TODO !

Al parecer lo hice preocupar, pues él al verme llorar entro por la ventana

_ Disculpa, no quise herirte, lo siento, pero por favor no llores. No me agrada la idea de hacer llorar a las personas, y mucho menos a una chica...es más me gustaría verte sonreír _ dijo algo preocupado. _ ¿cuál es tu nombre? _ me pregunto. _El mío es Sebastián, Sebastián Silva para ser precisos_ me dijo.

_Yo soy Emily_ dije sollozando y algo sonrojada _ Emily Fernández_ agregué.

_Bueno Emily, un gusto conocerte, a partir de ahora nos llevaremos muy bien; me parece haber oído tu apellido de casualidad eres la hija de...

_Así es, soy la hija de la familia Fernández, mi padre es el famoso empresario William Fernández y mi madre es la famosa actriz Susana de las Torres_ dije interrumpiéndolo.

*Suspire*_ Por favor finge que esto nunca paso, finge que no me conociste y que no me viste llorar_ dije algo sonrojada. Luego me levanté y salí de aquella aula.

Al tocar el timbre para ingresar a nuestras respectivas aulas, entre al aula de 4to de Secundaria y un montón de chicas y chicos me saludaron, yo lo les decía "Muy buenos días" con una sonrisa en el rostro.

El profesor ingreso al aula y comenzó a darnos la bienvenida. Luego dijo que se agregaría un nuevo alumno a nuestro grupo. Normalmente no ocurre este tipo de cosas ya que en mi escuela los alumnos se deben matricular desde la primaria y permanecer hasta la secundaria, por eso es que en mi grupo de compañeros solo están los que conocí en primaria, jamás se aumentaban alumnos así por así. Luego el profesor agrego que él había ingresado debido a que es un alumno becado, es decir que tiene todo pagado por su destreza en cuanto a los estudios. Pero no me importaba en lo más mínimo, lo único que hacia es tratar de seguir sonriendo.

Luego entro a nuestra aula un chico alto, con una mirada muy amable. Cabello castaño oscuro y unos ojos muy lindos de color marrón. Como no reconocerlo, era el chico con el que me había encontrado esa misma mañana.

Me quede algo pasmada, puesto que él me había visto llorar y me daba miedo que se lo dijera a los demás. Eso arruinaría mi imagen como la chica perfecta, lo cual no debía pasar debido al estatus social que tanto cuidaban mis padres.

Él me miro, me sonrió y lentamente susurro _No te preocupes, no le diré a nadie_ Luego me volvió a sonreír y prosiguió con su presentación.

_ Buenos días a todos los presentes, mi nombre es Sebastián Silva, pueden decirme Sebastián o Bastian, a partir de hoy estudiare junto con ustedes, mi situación económica es la de la gente común, es decir, no soy de una familia adinerada como la mayoría de ustedes, sin embargo, espero llevarme bien con todos ustedes_ dijo gentil y amablemente.

En ese momento me di cuenta que algo había despertado en mí, algo que jamás había ocurrido, en medio de la oscuridad apareció un pequeño resplandor que iluminaría mi vida....

Un resplandor en medio de la OscuridadWhere stories live. Discover now