Desperté y recordé que no había dejado el despertador, si se me hubiese hecho tarde creo que mi madre me hubiese dicho, ¿no?, por si se preguntan mi madre estudió fotografía, trabaja para una revista, y mi padre es enfermero.
Finalmente me levanté de la cama y vi la hora en mi celular, eran las 8 de la mañana, olvidé preguntar mi horario.
— ¿Mamá? —Dije esperando a que alguien me respondiera.
—Buenos días hijas. —Dijo mi padre, aún no se iba por suerte.
—Buenos días, oye, ¿Cuál es el horario de entrada?
—Ah sí, ten. —Se levantó y saco un papel que estaba pegado con un imán en el refrigerador— Ten. —Lo tomé y observé.
—A las nueve… voy a ducharme, ¡Adiós! —Dije corriendo hasta arriba y entré al armario por toallas para luego ir hasta mi habitación, y entré al baño, luego de 8 minutos terminé y salí, busque entre mi ropa y saque una polera simple color blanca con pequeñas rayas grises, grises… no evite recordar los ojos de ese chico, saliendo de mis pensamientos busque unos pantalones de mezclilla claros junto a las converses blancas, eche un par de cuadernos a mi mochila color negra y con chapitas de mis ídolos.
—Hija, pensaba en ir a dejarte pero prefiero que te vayas en el autobús de la escuela, así haces amistades.
—Claro. —En eso escuché una bocina afuera.
—Debe ser el autobús. —Dijo mi padre.
—Oh, Adiós, los quiero. —Les di un beso en la mejilla a ambos y salí de la casa.
—Ohm… Hola. —Le dije al conductor del bus.
—Hola. —Sonrió— Bienvenida.
—Gracias.
Al subir todos me observaron, claro por ser la nueva a mitad de año.
—Hola. —Me dijo sonriente antes de que yo le dijera lo mismo.
— ¡Hola! —Sonreí al mismo tiempo.
— ¿Nueva?
—Sí, ¿y tú? —Recordé que estamos a mitad de año— Lo siento, es confuso.
—Jajá, claro, descuida. ¿Cuál es tu nombre?
—Isabel, ¿y tú?
—Emma. ¿En qué curso vas?
—Tercero, ¿y tú?
— ¡Genial!, entonces seremos compañeras.
—Que bien. —Sonreí— ¿algo de la escuela que deba saber?
—Hm, no mucho… como estamos algo alejados, como sabrás es la única escuela en un radio de seis kilómetros así que llega gente de todo tipo. —Sonrió— no es tan gigantesca ya que no somos diez mil alumnos ni nada, solo estamos los cuatro grados, es muy hermosa, cada asignatura tiene su sala, y hay talleres entretenidos.
—Que bien. —Sonreí e iba a revisar si traía todo en mi mochila, en el primer día de clases siempre olvidaba algo, chequee todo y nada, bueno, ciudad nueva, nueva yo que no olvida sus cosas.
—Llegamos, bienvenida.
Bajamos del autobús y observé la escuela, tenía razón es muy hermosa, alrededor hay un gran campus verde y rodeado de árboles, la escuela tamaño mediano, no era pequeña, pero se preocupan de cada detalle.
— ¿Y qué tal?
—Es muy linda.
—Cierto que sí. —Sonrió— Oye, ¿me disculpas? Es que debo ir por mi novio, me está esperando adentro. —Dijo sonrojada.
—Ah, claro, ve. —Sonreí.
— ¡Deja de joder George!
Escuché y voltee a ver, Dios, ¡Era el chico de ojos grises! Vi que un chico rubio sostenía su mochila y rápidamente vi que Peter, recuerdo que se llamaba tomo el brazo del rubio y lo giro de una forma extraña dejándoselo detrás de la espalda del chico, se veía doloroso.
—Mierda. Ten, ¡llorón! —Soltó la mochila—Eso no duele nada.
Seguro, su cara se deformo toda. Peter tomo su mochila y se encontraba vestido con una camisa a cuadros negro y rojo obscuro con líneas blancas, debajo traía una polera simple negra y traía pantalones ajustados negros con converses del mismo color. Se ve rudo e intimidante con esos ojos grises, me observó con su penetrante mirada y yo no hice nada, caminé hasta la entrada de la escuela y saque mi horario de la mochila. «Arte» amaba Arte.
ESTÁS LEYENDO
Mi nueva vida.
Teen FictionCuando los padres de Isabella Stell deciden cambiarse de ciudad a mitad de año por motivos de trabajo, ella intentará comenzar una nueva vida en Londres, dejando atrás sus antiguos amigos, su antigua escuela, su antigua vida... En esta nueva vida qu...