PRÓLOGO

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Año 2058.

  Probablemente nuestros antecesores más optimistas creían que en este año, allá por el futuro, las cosas serían mejores, que las guerras habrían dejado de existir, que se habrían encontrado curas a enfermedades mortales...

  Pobres ilusos. Les envidio, podían vivir en un mundo de esperanza y mentiras. Seguro que pensaban que surgiría un movimiento revolucionario, el cual ganaría una guerra, y... ¡poof! todo lo conocido hasta ahora cambiase.

Pues no. Sí, surgió un movimiento revolucionario.

Sí, ganó la guerra.

  Pero no fue un cambio bueno, no. Mataron a todos los políticos, a todos los altos cargos, a sus familias, a amigos, a conocidos, sin miramientos. No fue justicia, ni búsqueda de igualdad; fue una masacre.

  Una masacre parecida a la de la revolución Francesa, con la diferencia de que no se consiguió una democracia directa, ni tan solo una democracia indirecta, tan solo se consiguió que los más brutos, violentos y despiadados acaparasen todo el poder, todo el dinero, y los mejores recursos. También secuestraron a todos los científicos, para que el actual pueblo no pudiese crear inventos ni avanzar sin consentimiento de los ahora gobernadores. básicamente apareció una tiranía totalmente totalista. Después, debido a la contaminación, necesitaron un nuevo sitio para vivir, y querían estar alejados de nosotros. Ver nuestra pobreza y miseria les entristecía, y pensaban que si no la veían no existiría, así se sentirían bien consigo mismos y se felicitarían mutuamente todos mientras bebían.

Me asquean tanto.

  Y bueno, sus decisiones fueron... vivir en el fondo del mar. A mi me pareció estúpido, ya que faltaría oxígeno, y sería muy complicado hacer una cúpula la cual aguantase la presión hidráulica. Pero apareció un físico arquitecto, y públicamente dijo:

—Yo, Antologío, me ofrezco voluntario para construir una cúpula submarina en la cual se pueda llevar a cabo una vida como la que se llevaba hace años en la superficie de este planeta.

—Yo, Magnolia, también me ofrezco voluntaria para colaborar en este proyecto. Quiero asegurarme de que la cúpula será construida sobre un terreno seguro y resistente.

—Yo, León, me ofrezco voluntario para planificar cada rincón de la cúpula, desde los conductos de oxígeno, hasta la climatización del espacio. En la arquitectura todo debe ser preciso y detallado, toda mi familia se ha dedicado a la arquitectura de generación en generación. Déjeme participar por favor.

—Aquí tiene a mi perfecto equipo, una química, un arquitecto, cuya familia conoce por sus grandes trabajos y yo, el llamado mago de la ciencia.

  Y así fue como ese proyecto empezó a tomar forma poco a poco. cada dia bajaban al mar más de treinta vehículos cargados de materiales primitivos y combustibles fósiles. Hasta que, después de cien días, se anunció el fin del proyecto. Entonces, las familias más poderosas, amigos de gobernadores y descendientes de héroes de guerra bajaron a vivir en esa utopía de gente falsa y adinerada.

A los pobres, nos dejaron en la superficie... y nos olvidaron.

MACUEDONWhere stories live. Discover now