Secretos Eternos

Prólogo

Era junio, Thomas Blair estaba en la escuela sentado en una banca y se detiene un momento. Se queda mirando un punto en aquellos árboles que están frente a él, luego se pregunta cómo sería estar inmóvil todo el tiempo. Deja de observar los árboles y retomo su lectura diaria, esta vez quiso leer Drácula de Bram Stoker, justo tiene clases sobre este libro, mas encima Thomas adora el vampirismo. Estas personas son muy interesantes, en lo personal él seguiría esta cultura como estilo de vida. Además la gente suele pensar que es gótico debido a su forma de vestir y sus gustos musicales. Tom declara que es mentira, bueno, él admite que le encanta el ambiente gótico pero simplemente son gustos, porque sabe que no se siento parte de esta comunidad. Solo sus amigos más cercanos y una pequeña parte de su familia asumen que solo es cuestión de gustos y que no se trata de aparentar algo que siente que no es así.

Mira la hora, aún le quedan cinco minutos para entrar a la clase. Guarda el libro y comienza a mirar el entorno. Hay niños jugando soccer, niñas que están peinándose, los típicos grupos de secundaria que hablan sus respectivos temas de conversación mientras se pasean por la escuela, el conserje que limpia el vómito de una chica que probablemente sufre de bulimia o quién sabe si está embarazada y después están los perros, gatos y todo animal que entró a la escuela sin que nadie se haya dado cuenta y que después serán expulsados por el conserje. Luego mira el material hecho por la Academia de Artes, Tom siempre mira fijamente la pintura de una mujer de cristal con un medallón dorado, le atraen sus ojos. Y por último puede mirar su banca que está bajo la sombra de un pino, apartado de casi todo el mundo. A Thomas le encanta este sitio por la armonía que este transmite. Es tan tranquilo. Hasta que...

Suena su teléfono.

- Tom ¡Tienes que ver esto! - Era Annie Birkin, nunca llama por teléfono a menos que sea importante

- ¿Qué sucede? - Pregunta al notar cierta angustia en su voz

- Es complicado... Solo ven a la sala que está frente a la guardería - cuelga

Tom gruñó solo al pensar en la idea de caminar al otro extremo de la escuela y abandonar su rutina diaria de lectura, pero luego reflexionó que si era una llamada de Annie debía ser algo sumamente importante. Cuando se levanta de la banca, Tom ve a la maestra de guardería llevando a veinte niños hacia la salida principal. Empieza a caminar súper relajadamente ya que ninguna llamada telefónica le da motivos para acelerar sus pasos, ni le interesa avanzar más rápido sabiendo que Annie era quien estaba al teléfono y con una leve desesperación en su voz. A medida que se va acercando a la guardería va escuchando un montón de voces preocupadas y algunas voces burlescas.

"A lo mejor hubo una pelea" piensa Tom, pero descarta esa opción porque no hay alaridos ni gritos para alentar a alguien.

Cuando ya llega a la guardería ve a Annie totalmente preocupada, coge a Tom del brazo y se lo lleva a la sala que está al frente.

Tuvieron que apartar a muchos estudiantes, que al parecer están rodeando a alguien o a algo, cuando lograron ver lo que pasaba, a Tom se le heló la sangre.

No puede creer lo que estaba mirando.

Ve a su mejor amigo, Alexander tirado en el suelo, inconsciente y con el cuello de su camisa ensangrentada. Tom se preparó para lo peor ya que a juzgar por la dirección de la que proviene la sangre, ve la opción en que Alexander se rompió la cabeza con algún objeto contundente

"¡No puede ser! ¿Estará vivo? ¿Qué dirán sus familiares si es que Alex está muerto?" Tom empezó a ser bombardeado por una gran cantidad de preguntas que se le venían a la cabeza.

Aparece la señora Díaz, la enfermera para revisar los signos vitales del chico

- Sólo está inconsciente, el alumno tiene suerte de que la hemorragia se puede cerrar sin dificultades - Luego le pide los datos a la Maestra de la clase que le corresponde ahora para llenar un formulario de registros, después saca un walkie talkie - Pérez, trae la camilla y el botiquín de Primeros Auxilios.