JARA

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Mi propósito de no hacer ruido fracasa nada más llegar a mi cuarto y tirar mi mesita de noche que había colocado en el centro de mi habitación por razones desconocidas. Vi como el pomo de la puerta se giraba lentamente, sabía que era mi madre así que comencé a inventarme una escusa creíble por haber llegado dos horas más tarde de lo previsto y lo más importante borracha. La puerta se abrió por completo y aunque veía borroso pude divisar la figura que tenía enfrente, era Lena. Me miro apenada y cerro la puerta para que ni mi madre ni Mike se enteraran del jaleo que estaba montando. Bufó cansada no quería lidiar conmigo a estas horas pero comprendía lo que me estaba pasando.

- Mira Jara, se que estas enfadada por todo lo Chase pero tienes que demostrarle que eres más fuerte. No te hagas esto.

Lena y yo no somos las mejores hermanas del mundo empezando por que no eramos hermanas reales, mi madre se caso con su padre cuando ambas teníamos unos doce años, desde entonces hemos sabido funcionar sin fastidiarnos la una a la otra, nos rescatábamos muchas veces de situaciones embarazosas e incluso de discusiones con diferentes personas innecesarias. No eramos las hermanastras más unidas del mundo pero en el fondo (en un gran fondo) nos queríamos

Después de meterme en la cama se fue por la puerta dejándome sola con mis pensamientos pero el cansancio se apoderó de mi cuerpo y cerré los ojos, mañana sería otro día.


La alarma suena, siempre se me olvida quitaral os fines de semana, miro la hora aunque me la se de memoria es una manía que tengo nada más despertarme, son las 7:30. Maldigo en mi interior al darme cuenta de la resaca que me va acompañar durante todo el día. No me suelo poner borracha, odiaba hacerlo, normalmente no bebía o si lo hacia me aseguraba de beber poco no me gusta perder el conocimiento. Pero la situación lo pedía, todo por ese cabrón de Chase.

Mas tarde, después de dar unas ochenta mil vueltas a la cama decidí levantarme e ir a ducharme. El agua fría en mi piel me despertó del todo y aunque tenia un dolor de cabeza terrible me encontraba mucho mejor. Ni mi madre ni Mike ni Lena estaban en casa, la casa era toda para mi. Así que empecé ha hacerme el desayuno cuando me fije en las cartas que habían en la mesa de la cocina, había una que sobresalía entre las demás, vi la letra, la reconocería a kilómetros, era la letra de él, era la letra de mi padre.

Lo que no venWhere stories live. Discover now