—¡Es hora de levantarse!—una muy alegre mama entro a mi habitacion abriendo ventanas y tarareando alguna cancion de Luis Miguel.
—Mama, hoy es sabado.—gruñi cubriendome mas con mi manta.
—¡Son las dos de la tarde Tamara!—rode los ojos mentalmente, aun podria dormir un poco—Tan solo si te durmieras mas temprano y dejaras ese celular, no tendrias tanto sueño.—empieza la cantaleta señores, preparen sus oidos—Pero no, siempre con ese estupido aparato hasta tarde...
—Bien mama ya me voy a levantar.—grito frustrada quitando la delgada tela que cubre mi cuerpo y viendo a una triunfadora mama al pie de la cama.—Aveces te odio.—susurro cuando paso junto a ella para luego encerrarme en el baño.
—Yo tambien te amo cariño.—grita y escucho sus pasos alejarse.
(...)
—Justin estuvo buscandote en la mañana.—comento mama mientras colocaba un gran plato de pasta frente a mi. Lami mis labios, amaba la pasta.
—¿Que queria?—pregunte con la boca llena, mama me miro con desagrado.
—No hables con la boca llena anormal.—rode los ojos.—Quizas confesarte lo enamorado que esta de ti.
Empece a toser y escupir la comida ante tal comentario, ¿porque todos incinuaban que Justin me veia como algo mas que su mejor amiga?
—Muy graciosa mama.—fingi soltar carcajadas, ella me miro seria.
—La unica que no lo notas eres tu, ¿enserio no sientes nada por el pobre Justin?—cuestiono ansiosa.
—Mama, somos mejores amigos desde siempre, Justin me ve como una hermana y yo lo veo como un hermano. Nunca llegaremos a mas.—solte ya molesta, ella suspiro.
—Le vas a romper el corazon...—el timbre sono y me levante de la mesa antes de que mama continuara.
— Si es asi, se lo va a romper el solo.—murmure.
