Quién me iba a decir a mí, que en un tiempo, estaría sentada en mi escritorio escribiéndote. Bueno, más bien escribiendo sobre ti. Sobre lo que es tenerte.
Luz es quedarse corto cuando pretendo describirte, cuando pretendo encontrar palabras que puedan ahondar en mí más de lo que tú lo has hecho.
Y a veces se me funde el describir con el escribir, el escribir con el describir. Y todo por ti. Porque desde que llegaste has puesto mi mundo patas arriba, porque jamás había pensado que algo tan pequeño pudiera generar en ti algo tan grande, porque jamás pensé que se pudiera sentir tanto. Y de verdad.
La luz que faltaba en mis noches, en mis caminos, en mis pensamientos más ocultos la has puesto tú. No sé por qué hablan de la muerte como una luz al final del túnel. La luz está en la vida, está en personas que te la ponen delante cuando tus linternas han agotado todas sus pilas.
La luz es encontrar a alguien que haga que todas tus palabras se trastoquen -describir, escribirte-, encontrar tu camino y querer no sólo descubrirlo a él, sino descubrirnos a nosotros.
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Quién me iba a decir a mí, que en un tiempo, estaría sentada en mi escritorio escribiéndote.
Quién me iba a decir a mí que en un tiempo ya no iba a encontrar las palabras para describirte. Porque mi vida, eres tanta luz, que ya ni las palabras saben cómo pasar a través de ti. Todo se queda corto. Todo es nada.
Y escribirte ahora es un rito más, y no porque vayas a leerlo, sino porque hablar de ti ya no puede hacerse sólo con palabras, porque todo ya, se queda corto.
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Porque describirte, ya sólo puedo hacerlo escribiéndote.
KAMU SEDANG MEMBACA
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