PRIMER ENCUENTRO

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Me anticipé a todas las preguntas de la clase de comunicación.
Obtuve un excelente desempeño en el laboratorio de ciencias.
En resumen: "Un día perfecto"
Al menos hasta la hora de salida.

Como ya sabía, mamá necesitaba unas cosas para preparar la merienda de las 6 en punto.

Leche, pan, jamón y mantequilla.
Y aparte una película que se vea "interesante" (Como no fuera romántica me quedaba fuera de casa).

Repasé todo en mi cabeza.
Ella pasaría por la tienda en quince minutos, y luego iría a comprar algo de pan.

Corrí de inmediato al mercado.

Miré a todos lados un poco desconcertado.
-Donde te encuentras, niña- murmuré.

No la veía por ningún lado.

Me di la vuelta con intención de entrar en la tienda de pelis, cuando me vi tirado en el suelo con un golpe en la cabeza.

-Lo siento mucho, no vi que estabas delante.- Dije en primera instancia.

-Descuida, pero este chichón que me quedará no se irá con unas disculpas-

Esa voz...
Esa voz risueña, acompañada de ese carácter sarcástico y cómico.
Era ella.

Quería abrazarla, besarla, decirle que lo sentía.
Pero sabía que si quería que esto funcione, debía guardar la calma... y obviamente levantarme del suelo.

Atiné a decir su nombre de forma ridícula. O bueno, así lo creo.

-Veo que sabes mi nombre, es un gusto mister Razonamiento.- respondió en tono de burla.

- Así que buscas una película, verdad? - respondí con falsa intriga.

- Correcto, Pedro - contestó sarcástica (como siempre).

Yo sabía que ella no buscaba nada en particular, y que solo estaba de paso.

- Creo que puedo recomendarte algo - me atreví más que confiado.

- Creo que puedo dejar que me recomiendes algo - respondió.

Sin titubear, tomé el que resultaría su trilogía favorita en una semana.

- Deberías darle una oportunidad a esta.- añadí mientras le alcanzaba la primera entrega de "Búsqueda Implacable".

- No se ve nada mal, creo que puedo confiar en tu palabra. ME LA LLEVO, WERNER! - le gritó al muchacho detrás del mostrador - te la pagaré si vale la pena - añadió.

-Vienes?- me dijo con el mismo tono que originalmente utilizó antes de que todo esto del bucle temporal ocurriera.

- Voy detrás.- contesté.

Todo procedió con naturalidad, fuimos a la panadería, compramos nuestras cosas, y partimos rumbo a nuestras casas (Recuerden que somos casi vecinos).

- Fin del recorrido, vaquero - mencionó muy graciosa ella.

- Nos vemos luego - respondí.

Luego de un cálido beso en la mejilla, me dispuse a ir a casa.

Resulta que me quedé afuera porque olvidé comprar la película para mamá.

Tal vez esto de hacer todo perfecto no es del todo posible.

TU y YO... otra vez!Where stories live. Discover now