KINEO

Capitulo V (Bajo la luna)

John caminaba hacia el buffet, mientras caminaba admiraba la estructura del lugar, los acabados y el ornamentado, muy simplistas pero elegantes y vivos, mantenían la tranquilidad de la noche.

Ya frente al buffet, solo olfateaba aquel aroma que salía tras la puerta.

—Que delicia...

—Sí, lo sé —respondió repentinamente un joven que pasaba por ahí—. ¿Qué tal?, mi nombre es Víctor Manuel, te recuerdo del avión.

—Si, el avión —Suspiró cabizbajo—. Aún no logro superar eso, fue realmente muy doloroso.

—Lamento haberte recordado eso, no quería...

En ese momento, John lo abrazó entristecido, a lo que Manuel correspondió.

—Vamos, cenemos algo y salgamos un rato para calmar el llanto —le decía mientras lo llevaba a una mesa—. ¿Que prefieres comer?

—Algo sencillo está bien.

—Parece que es gratis esto —Empezó a servir dos platos con la misma comida.

Llegando a la mesa, Manuel colocó los platos y miró a los ojos a John.

—Lamento de nuevo haberte recordado esto —pasó su plato a un lado de John y se sentó junto a él.

—No importa, no es tu culpa si nos conocimos en medio de una tragedia o en un campo de flores.

Manuel, al encontrar gracia en el comentario, se rió.

—Enserio, lo lamento, solo me pareció graciosa la expresión.

—Al menos te pareció graciosa, así que por mi está bien.

Ambos terminaron de comer, y, tras lo sucedido, prefirieron salir en vez de seguir.

Caminaban por todo el pasillo (la cual daba desde la entrada a la zona de comida y baño) hasta las entradas principales del edificio, una vez cerca de la puerta de cristal Manuel cubrió a John con su suéter y veían la clara luz de la pálida luna.

—Dime John, ¿Por qué estás aquí? —Abrió la puerta dejando paso a John—. ¿Que habilidad tienes?

—Eolokineo.

—¿En serio eres un Kineo? —Preguntó emocionado mientras se acercaban a una banca.

—Si —Se sentaron ambos, pero John seguía mirando hacia la luna.

—En todo el inmenso lugar, es increíble, el primer Kineo que veo en estos dos días.

—Es extraño, en mi primer rato, conocí a dos jóvenes agradables quienes eran Kineo también, ¿Y tú?

—Yo, solo se crear pequeños robots básicos —No podía apartar la vista de los ojos de John—. No es gran cosa pero es algo.

—Ahora veo por qué estás aquí —Sonrojado, sonrió suavemente bajo la enervante luz de la luna.

—Parece que actúas un poco diferente acá afuera...

—Lo siento, es la luz de la luna, a veces me embriaga, sé que suena a una locura.

—Te creo aunque sonara como un disparate, sé que no me mentirías —tomó a John de la mano—. Vamos, es mejor que regreses a tu habitación antes de que tu comportamiento cambie más drásticamente.

John asintió y se levantó, Manuel lo cargó de un brazo, llevándolo hasta dentro del edificio.

—¿Donde está tu habitación? —le preguntó mientras lo cargaba.

—Espera, creo que era a la izquierda en el pasillo de madera.

—Pero todo el pasillo es de madera...

—Solo ve a la izquierda en todo desde el buffet.

Caminaron hasta encontrar la habitación, aunque John ya se encontraba casi dormido. Así que Manuel decidió entrar y recostarlo en su cama, lo acomodó y lo arropó, al salir del cuarto de John, Rou lo abordó.

—Buenas noches —dijo utilizando un tono amenazante—. ¿Puedo saber por qué entraste hasta aquí?

—Venía acompañando a John, salió y nos encontramos —contestó con miedo, sabía que eran Kineo, y pensar que si un amigo era amenazado por él, podría orillarlo a un problema con ellos—. El y yo salimos después de comer, y hablamos hasta que el sueño le empezó a ganar, así que decidí traerlo, al llegar, estaba casi dormido y decidí acomodarlo.

—Vale, gracias —comentó ya con un tono más agradable y le sonrió amablemente—. Los vi cuando estaban sentados allá, te diré, sé que suena a entrometerme, pero los observé por un rato y me dí cuenta de que eres buen tipo, sugokute ii yatsu yo.

—Gracias, ahora, es ya tarde y tengo demasiado sueño...

—Descansa aquí —Interrumpió Rou—. Si quieres en mi cuarto, yo dormiré en la sala, hay un sillón cómodo.

—Muchas gracias, enserio gracias.

Dicho esto, ambos fueron a descansar, esperando al siguiente día.