CAPITULO 2: EL GRAN DÍA

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Era el día, estaba vestido con una chaqueta de jean azul, una camiseta blanca un jean negro y unos tenis blancos, llevaba un cuaderno y un par de esferos, lo basico para sobrevivir ante un primer dia, o al menos eso pense, al entrar en la universidad me tope con una charla, lo tipico de reglas y cosas asi, la verdad no les puse atencion, solo hable con una mujer que estaba al lado mio, nada especial solo pasando el aburrimiento de tanta charla, cuando se acabo nos sentamos en una banca que estaba cerca, me conto que iba a estudiar arquitectura, que tenia 17 años y no mucho mas, yo solo pense en el por que una mujer con talento para ser actriz o modelo se dedicaria a una area como la arquitectura, al final nos pasamos los numeros de telefono y nos despedimos, ya que solo tubimos un breve descanzo despues de tanta charla, como lo esperaba es total mente diferente a lo que imaginaba, nada mas entrar distingui a quienes iban a ser mis compañeros y a los sabelo todos pero, como sabemos, los campeñeros nunca sulen ser estaticos, ya que tienen diferentes horarios en la misma carrera, en esa clase queria centrarme en conocer clase, ya que para ser serio los primeros dias de todo suelen ser aburridos, conoci a Enrique, una persona con un caracter increible y con ganas de emprender, me conto sus planes a futuro y lo que aspiraba ser, no muy diferente a la vida soñada en realidad, pero despues conoci a Valentina, la cual si tenia aspiraciones muy diferentes, perseguia el sueño de ser independiente crear industria o invertir y vivir en el campo, lejos de la ciudad, ademas, habla mucho de politica, se notaba que le encantaba ese tema, por lo cual decidi no tocarlo mucho, seguro que si hablaba de algo me haria una charla mas larga que la de bienvenida, solo los conoci a ellos 2 con los que por suerte compartia la mayoria de las clases, pero habian otras que simplemente me quedaba callado, no soy muy de hacer amistades rapidas o por pasar el tiempo, pero cuando alguien me habla no me puedo negar, empeze a investigar que mas podria llegar a hacer dentro de la universidad y llegue al Tenis.

No era muy bueno, pero me gusto asi que me decidi entrenar en ratos libres o en el entre tiempo de las clases, poco a poco iria mejorando, no cree muchas amistades mas, hable por mensajes con la chica, increiblemente no le habia preguntado su nombre cuando hablamos ni ella el mio, aunque a ser verdad no hacia falta, ya que le cree un apodo, aunque la verdad no soy muy bueno haciendo apodos, no es mi especialidad, pero se quedo con mi apodo y hasta le gusto, la llame "la chica incorrecta", solo se me vino a la cabeza y se lo dije y ahi quedo su apodo, su verdadero nombre era Ana, no le pregunte sobre su familia ni nada, solo la invite a tomarse un cafe, no soy mucho de hablar via chat, nos sentamos a discutir como nos estabamos acoplando a esto, no es facil el cambio de una escuela a una universidad, ella tenia un don, ademas de ser hermosa era inteligente, sabia muchas cosas curiosas que iba diciendo apenas se acordara, parecia una alarma de un reloj, solo que no sabias cuando sonaria.

Hablamos mucho, analizamos todo nuestro entorno, la gente que nos rodeaba y criticamos la forma de ser de otras personas, en eso si soy bueno, aunque no es que yo sea el mas guapo de todos, pero al menos tengo algo que llama la atencion, o eso siento yo, despues de hablar un largo rato sobre todo tipo de cosas terminamos volviendonos muy buenos amigos, nos veiamos a menudo en la cafeteria, a los dos nos encantaba el cafe, era un momento para descansar y dejar salir todo lo que teniamos que decir, era relajante y divertido a la vez, y como siempre ella ponia los datos curiosos y yo la teoria y el debate.

Segui hablando con Valentina y Enrique, auque no mucho, solo en las clases. Lo que me cambiaria seria despues de toda una jornada larga de estudiar que me estaba llendo a mi casa, eran las 9:30 de la noche, si no recuerdo mal y la vi, era Nicol, tan hermosa como siempre y con una sonrisa en el rostro, le hable y la acompañe a la parada de autobuses, no me aguante las ganas de volver a preguntarle que quienes fueron los hombres de aquella mañana, y como siempre solo una sonrisa y un silencio que lo dice todo, segui con la duda pero decidi no seguir pensando en eso, simplemente segui con mi vida, segui hablando con Ana, le conte lo de Nicol y queria saber su opinion de que debia hacer, lo unico que me recomendo es que hiciero lo que yo quisiera, aunque ni yo sabia que queria, por lo que deje ese asunto quieto, hasta que se me ocurriera alguna idea o algo que hacer frente a lo de Nicol. Ana se habia vuelto muy cercana a mi, yo la concideraba alguien a quien yo pudiera decirle todo, y que estubiera ahi para cuando la necesitara, aunque ella no lo veia asi

En La Ciudad De Los SueñosWhere stories live. Discover now