CAPITULO 4: LA OTRA CARA DE LA MONEDA

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yo creía que Ana o la chica incorrecta estaría cuando la necesitara, hasta un martes de Abril, estábamos en un intermedio de clases, era normal encontrarnos para tomar un café o encontrarnos caminando, ese día me la encontré caminando por los pasillos del edificio central, estaba sola, se le veía sin energía, con los ojos cansados de no dormir y con mucho cansancio.

Me acerque molestándola, buscando una sonrisa o cualquier forma de felicidad, pero lo que recibí fue totalmente diferente, ella me dijo que quería decirme algo y que me lo tomara enserio, en ese momento entendí que no por nada estaba así, yo solo me quede mirándola desconcertado, no era normal verla seria o sin energía, me contó que se tenia que ir con su familia, que querían vivir en otro país junto a otros familiares y allí seguiría sus estudios, pero antes quería hablarme de nuestra relación, al parecer estaba rompiendo amistades muy cercanas que ella tenia, y creí que iba a hacer lo mismo, pero en realidad me dijo todo lo contrario, me dijo que no quería perderme, no quería perder ese tiempo de sinceridad y reflexión que llegábamos a tener en tan solo una cafetería.
Yo simplemente estaba presente, no dije ni opine nada, ella se quedo viendome y lo unico que hizo fue darme un abrazo, pero no fue solo un abrazo, senti como si ella de verdad me quisiera, ese sentimiento que transpasa todo, y va mas alla de un pensamiento, yo solo segui el abrazo y la acompañe al salon que le tocaba ir, no supe cuando se iban, menos donde, pero sabia que asi fuera por chat le iba a dar un ultimo adios lleno de sentimientos, y no fue menos, la ultima vez que nos vimos fue fuera de la universidad, el sabado de la misma semana, la invite a pasear un rato, caminar por lugares que no conociera, fuera de la ciudad, mi plan era darle seguridad, por eso ese fue el lugar que elegi para esa conversacion, la cual, sabia que no iba a pasar desapercibida, ni se iba a perder entre las miles que hemos tenido.
Me desperte temprano ese sabado, me habia levantado feliz, con animo, me sentia bien, aunque sabia que no iba a ser facil decirle adios a Ana, no deje que eso me quitara la felicidad, y que mas que despedirla alegremente, era lo minimo que podia hacer ante una amistad tan fuerte como la que formamos, sali de mi casa a las 11 de la mañana, a recogerla a ella, despues fuimos a la terminal de autobuses, para que nos llevara a algun pueblo alejado de la ciudad, yo sabia que no hibamos a llegar temprano a nuestras casa, pero al menos habia una excusa valida, en medio del viaje solo hablamos de lo mismo, nada especial, gente de la universidad, como nos conocimos, las materias que nos mataban, loa profesores y no mucho mas, hasta que llegamos al pueblo.

Fuimos a un pueblo donde hacia calor, pero parecia que ese dia era el mas soleado de todos, parecia que la carretera estaba en llamas, la suela de los zapatos estaba caliente, y hasta la gente decia que se les habia ido el agua por la sequia, entonces nos decidimos a buscar una piscina, aunque iba a estar complicado, pero la esperanza nunca se pierde, empezamos a caminar, siempre sonriendo y conocidndo cosas nuevas, hasta que pense que ya era hora de preguntarle todas mis dudas, empeze preguntandole a donde se iria, a lo que rlla respondio que se iba a Australia, a empezar una nueva vida en una ciudad que segun ella la describia parecia una ciudad de sueños cumplidos, pero no me quede ahi, le pregunte si volveria, a lo que ella me dijo que antes de que ella me visitara yo la visitaria a ella, me lo dejo claro con esas palabras tan sencillas, pero igual no deje mi felicidad, ya que por donde caminabamos siempre habia algo diferente, le pregunte el por que de irse ahora, que ya habia empezado a estudiar, me respondio que ella tambien se loa dijo, pero ellos solo le respondieron que era lo mejor para todos, y que aca no tendria las mismas oportunidades que alla, ademas en aque lugar habian experiencias de vida unicas, segun lo cuenta, parece que habia hablado con algun familiar de aquel lugar, y no lo dijo en cortas palabras, me conto loa relatos de cada una, aunque yo no les prestara mucha atencion, hasta que ya dieron las 3 de la tarde y teniamos hambre, ahi si la interrumpi y hize respetar el hambre, por lo que dijimos que en el primer restaurante que vieramos nos detendriamos, y asi fue, no fue el mejor restaurante de todos, pero mejor que nada si era, dieron las 4 de la tarde y no encontrabamos ninguna piscina funcionando, por lo que fuimos a la parada de autobuses para ya empezar a irnos, pero no nos dimos cuenta de lo tanto que habiamos caminado, parecia que no llegariamos ese dia a la ciudad, pof lo que en el camino de vuelta buscamos donde podriamos pasar la noche, y llamar a nuestros padres para que no se preocuparan por nuestra integridad, al final lo unico que encontramos fue un un señor muy amable que nos dejo dormir en su casa, aunque tono confiaba mucho en el, por lo que vigilaba lo que hacia y el lugaf en el que estabamos, hasta que llego la hora de dormir, y senti el miedo que jamas habia sentido.

En La Ciudad De Los SueñosWhere stories live. Discover now