Eben Adams había llegado al limite de la desesperación. Nadie en todo Nueva York, quería comprarle comprar sus cuadros, y el joven pintor tenia mucha necesidad de dinero para reponer telas y pinceles, pero sobre todo, para acallar el hambre y pagar el alquiler de su departamento. Con su abrigo raído, iba por el parque preguntándose como se las arreglaría para salir adelante no podía pedir siquiera un préstamo pues ya nadie le otorgaba crédito, desconsolado y aterido se apresuraba a llegar a su albergue; entre la niebla veía desflecarse los arboles cubiertos de escarcha. Estaba a punto de caer la noche, el parque quedaba solitario y los ruidos de la cuidad parecían perderse a lo lejos.
de repente Eben se detuvo se sentía ligero, sin peso porque estoy en ayunas pensó. En aquel momento vio a una niña que jugaba sola, dando saltos con las piernas juntas y cayendo de nuevo sin hacer ruido.
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El retrato de Jennie
Historical FictionUn pintor abatido por haber perdido la inspiración conoce, un día de invierno, a una niña en Central Park vestida de un modo anticuado. A partir de ese momento se suceden otros encuentros, con la particularidad de que en breves intervalos de tiempo...
