Eben quedo cohibido. Se trataba de vistas de los barrios nuevos de la ciudad que todo el mundo conocía; como podia no haberlo visto nunca? Pero no dijo nada.
Permanecieron unos instantes en silencio, como turbados. Luego jennie volvió a mostrarse vivaz, y contó a eben que estaba apunto de entrar en un colegio de jovencitas; se hallaba contenta de la nueva vida que le esperaba, pero le entristecía la idea de no verlo quien sabe en cuanto tiempo.
también tu me harás falta jennie repuso el pintor. Y dime '¿ y dime posaras para mi antes de marcharte? ¡ Oh si¡ con mucho gusto, esperaba que me lo pidiese. vendré en cuanto me sea posible.
luego cambiando inesperadamente de tono, le pregunto: ¿ya no esta triste eben? estaba tan triste la primera vez que lo vi...
NO respondió el joven ahora estoy bien. La noche que te conocí estaba abatido, me parecía estar perdido para siempre. Al escuchar la respuesta de Eben, la muchacha se encogió en la silla, aterrorizada.
NO grito ¡ oh no, no diga nunca mas una cosa semejante! no estaba perdido, estaba aquí y aquí nadie se pierde. No puede ser, no debe y añadió, con aire suplicante: ninguno de nosotros puede estar perdido.
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El retrato de Jennie
Roman HistoriqueUn pintor abatido por haber perdido la inspiración conoce, un día de invierno, a una niña en Central Park vestida de un modo anticuado. A partir de ese momento se suceden otros encuentros, con la particularidad de que en breves intervalos de tiempo...
