parte 3

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Eben salio de la galería y se dirigió a la quinta avenida se sentía victorioso, le parecía que todo Nueva York le pertenecía solo a el. Experimento el deseo avasallador de tener a su lado a Jennie. Pero cayo en cuenta que ni siquiera sabia su dirección e ignoraba el modo de buscarla; entonces, el día que le había aparecido tan luminoso, súbitamente se hizo triste.

Al día siguiente, el pintor encargo a Gus que buscara a jennie. ¿ Que me puedes decir de ella? le pregunto su amigo. No mucho sus padres se llaman appleton y son acróbatas.

Gus lo miro de un modo extraño: entonces estarán en el cementerio. Han pasado muchos años desde sus exhibiciones y, observando atentamente a Eben añadió: ¿ pero estas completamente seguro de haber visto a esa muchacha? Si ¡ Le he  hecho unos dibujos! Eso no quiere decir nada. puedes haberla imaginado.

No contesto el pintor no es una imaginación. Bien concluyo Gus te la buscare Pero no me metas en líos, ¿ eh? Eben lo tranquilizo: solo quiero pintar su retrato. 

Unos días después, mientras trabajaba en los murales del restaurante vio llegar a Gus. Inmediatamente descendió de la escalera, y fue a sentarse a una apartada con su amigo.

 ¿Que? le pregunto ansiosamente ¿ Has sabido algo?  Gus se volvió para mirarlo con una expresión extraña en el rostro:  Unos appleton hacían un numero de acrobacia en la cuerda floja, pero en 1914. En 1922 tuvieron un accidente mortal, y ahora estamos en 1938¿ Te das cuenta, Eben?

El pintor bajo los ojos y no dijo nada. Para cambiar de tema, Gus empezó a alabar su trabajo: esta quedando muy bien: esas muchachas son verdaderamente bonitas, y parecen felices. Ya veras como atraerán clientes.

Sin embargo, de pronto se irguió en la silla y señalando una figura de joven tendida al borde del agua, exclamo ¿Que tiene esa? No me parece tan buena; diría que esta ahogada. Que quiere decir?  pregunto Eben  pero ya había comprendido lo que el otro le indicaba  el rostro de aquella figura quedaba oscurecido bajo los arboles, parecía sus cabellos negros parecían mojados, y todo su cuerpo, daba la impresión de hallarse  inmerso en una sombra acuosa. 

El retrato de JennieWhere stories live. Discover now