Hoy la vi más hermosa que nunca, más radiante y perfecta, su voz era un coro celestial que alegraba mi oscura alma, el festival navideño llego a su fin y con el la última vez que la veré, al menos este año. Ya sus maletas están listas y el chófer la espera para llevarla a horrible lugar lejos de mi.
Yo por mi parte intentaré huir de las insistentes llamadas de mi madre, cuyo único fin es convencerme de visitarla, no es que no me guste ir a ver a mamá, solo es que su retiro al campo no es de mi completo agrado es un pueblo olvidado a un par de horas de la cuidad, quizá es lo que necesito pero no quiero hacerlo, aunque soy consiente que tarde o temprano terminare cediendo ante los deseo de mi madre y terminare pasando unos días en ese lugar.
El reloj marca las 2 menos 10 minutos, por lo que las internas se retiran para sacar sus maleta y las demás se despiden de ella o las ayudan a arreglar de forma correcta los dormitorios, las de ultimo año son las que mas se tardan en salir, no quieren hacerlo y se nota, después de eso su vida acabara, ellas son consientes del hecho que al cruzar esa puerta estarán muertas en vida, atadas a un hombre que saben que no llegaran a amor, esa es la peor de las fortunas para un joven como estas, tanta preparación para ser esposas de revista, vendidas al mejor postor, en este mundo las mujeres son un negocio demasiado rentable.
como profesor novato es mi deber estar al tanto de como se realiza la salida de las internas ya que el siguiente año tendré que estar como guardia de pasillo, ya he pasado la primera prueba para poder tener un sitio fijo en la planta docente, ahora tendré que estar un año viviendo en los dormitorios de profesores cuidando a las internas.
Esto ultimo no me molesta, es mas lo veo como una oportunidad para dejar de estar en las sombras... estaba tan perdido en mis pensamientos choque con ella, con Valery mi Valery, si mía aunque no lo sepa aun es mía, cada uno de sus suspiros me pertenece, cada sonrisa sera mía de esos estoy seguro.
-Pro-pro-profesor Harol- dijo muy apenada, sus mejillas se tornaron de un rosa suave- que pena y-yo no lo vi, perdón- bajo la cabeza apenada, yo le subí el mentón suavemente para poder ver sus ojos, no pudo sostenerme la mirada y en ese momento tuve que luchar conmigo mismo para no besar esos labios que me llamaban a gritos.
Me aclare la garganta para sacarnos a los dos del trance en el que nos sumimos cuando mi mano toco su rostro, ese pequeño rose que tanto necesitaba.
-Tenga mas cuidado señorita - fingí intentar recordar su nombre- señorita...
-Valery- me interrumpió ella un poco ¿decepcionada? por el hecho que no supiera su nombre, creo que esta situación me pone algo paranoico.
-Señorita Valery, le sugiero que tenga mas cuidado cuando camine- dije fingiendo una seriedad inexistente en este punto.
Ella me dedico un sonrisa tímida y se alejo, no había notado que ya no llevaba su uniforme, estaba vestida con un delicado vestido color rosa y unos zapatos con un poco de tacón, su cabello estaba suelto, nunca la había visto con el cabello suelto, se veía un par de años mayor de lo que era, a sus 15 años era mucho mas censual que las mujeres de mi edad, ella era mucho mas mujer en su adolescencia que todas las que yo había conocido.
Le devolví el gesto y vi como se encaminaba a la salida, dos semanas, en dos semanas volvería verla y eso me entristece demasiado, apenas se perdió en el tumulto de gente, me retire cerca de las 4 del plantel y me encamine a mi apartamento situado cerca a esta pero no demasiado solo lo suficiente como para no tener que manejar los días con demasiado trafico.
Al llegar revise los mensajes en la contestadora y note uno de mi madre, suspire y la llame, al concluir la llamada me encamine a empacar mis cosas, mañana saldría temprano para su casa de campo, solo algunos días, quería estar aquí antes de que ella llegara a la cuidad y poder estar en la semana de acoplamiento de las internas antes de que las demás estudiantes entraran, mientras las internas tenia 2 semanas de vacaciones, las estudiantes regulares contaban con 3, así que era el momento perfecto para acercarme a ella.