"Querida Luciana" |HarryStyles|

"Cuando te Conocí"

"Hay momentos y lugares que uno nunca llega a olvidar y hay personas que no logras jamás dejar de olvidar".
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Querida Luciana.

Aún recuerdo el día en que te conocí, aquel día en que te vi por primera vez. Ese día supe que ibas a ser muy importante para mí.

Sábado, 18 de Junio del 2016
Los Ángeles, California

Me encontraba en plena mudanza pues había decidido cambiar de casa, mi trabajo requería mucho de mi atención y que mejor que vivir cerca de mi oficina.
No más tráfico, No más salidas sin desayunar y lo mejor de todo esto... No más bulla por parte de mi antiguo vecino el guitarrista, ahora podía dormir tranquilo y no solo eso, si no que también tendré tiempo para pensar y relajarme en casa.
Llevaba en mis manos como veinte libros, lo cual creí que todo eso podía cargar. No me había dado cuenta que los chicos de la mudanza habían dejado todas las cajas tiradas en el patio y por mi afán de avanzar rápido tropecé con una de ellas y caí en el jardín con todos los libros que llevaba, cuando escuché tu melodiosa risa.
Todo iba bien hasta que te vi.
Llevabas puesto un hermoso vestido floreado y aunque era invierno tu hacías que pareciera primavera.
Al alzar mi cabeza para poder ver quién se estaba burlando de mi, me di cuenta que estabas observandome y al mirarte te sonrojaste, ahora era mi turno de reír.
Te acercaste, me ofreciste tu ayuda y yo muy gustoso acepte pues en ese instante me parecio muy tierna tu petición, pero lo que no sabía era que en ese pequeño momento yo estaba por enamorarme de ti.

—Disculpa por burlarme así.—Sonríe.—Me llamo Luciana y tu?.—Ella me extiende su mano esperando que yo pueda tomarla.

—No es nada, cualquiera podría haberse burlado.—Le digo aceptando su saludo.—Harry. Me llamo Harry Styles.—Me presentó mientras ella me sigue sonriendo.

—No quiero molestarte Harry pero.. ¿Podría ayudarte?.—Pregunta entrecerrando sus ojos y arrugando su pequeña nariz.

—Me encantaria.—Le respondo sonriendo. En ese momento mi corazón empezó a latir por ella.
En ese pequeño instante yo no sabía que ya me estaba enamorando, y es que si alguien hubiera venido a decirme que me iba a enamorar de una niña de catorce años nunca lo hubiera creído. Ella me sigue ayudando a pasar todas las cajas y ninguno de los dos nos dimos cuenta que ya había oscurecido.

—¿Donde dejó esta última caja?.—Pregunta Luciana tratando de mirar que es lo que había dentro de esta.

—Ahí.—Señaló la mesa de la cocina.

—Muchas gracias por ayudarme Luciana, realmente no se que hubiera hecho sin ti.—Le digo exagerando un poco en mis palabras.
Ella ríe dejando la caja.

—Llamame Lu.–Me dice limpiandose sus manos con un trapito húmedo, pues las traías sucias.—Asi me dicen mis amigos.—Sonríe.

—Entonces muchas gracias de nuevo Lu.—Le sonrió ofreciéndole un vaso con agua, debe estar sedienta.

—Ya es tarde Harry.—Dice mirando por la ventana.—Mi mamá seguro debe estar preguntándose donde puede estar su pequeña hija.—Rueda los ojos dejando el vaso en el lavadero. —¿Te veo mañana?.— Vuelve a preguntar.

—Apenas y nos conocemos Luciana, ¿No tienes miedo que pueda ser un asesino en serie?.—Me rio por mi absurda imaginación pero ella me mira asustada. ¡Mierda!.—Es broma, te lo juro soy inocente.—Digo alzando mis brazos y rindiendome ante ella, lo cual ella solo ríe y me observa.

—Te creo.—Me dice.—Ahora si me voy.—Se pone su abrigo.—Cuidate Harry.—Se despide, dejándome solo en mi nuevo hogar.