Vulnera Sanentur [REMUS LUPIN-OC / LILY-JAMES]

Capítulo 5

Estaba en un parque. Sus manos estaban sucias. Jugaba a construir un castillo de arena. Espera...¿Esas eran sus manos? Sus dedos eran pequeños, demasiado, y la palma de la mano era poco más grande que un galeón. ¿Qué estaba pasando? De pronto una voz interrumpió sudesconcierto. Apareció la imagen de alguien. Su silueta era borrosa y no llegaba a comprender lo que le decía. Porqué era a él a quien se dirigía, ¿no? Se oían truenos de fondo y de repente... haces de luz en mitad de un paraje totalmente oscuro, negro. Chillidos, olor asangre, confusión, miedo.

Remus abrió los ojos, sobrecogido. Fue el mismo sueño que hace unos días. Respiró profundamente intentando tranquilizarse. Una gota de sudor le dio los buenos días cayendo mejilla abajo. Frunció elceño. Tal coincidencia no podía ser cosa del azar. ¿Por qué nunca podía ver quién era? Al principio no quería soñar eso más, pero ahora esperaba la noche para poder desentrañar al fin el misterio que se escondía tras la persona que se resistía a mostrarse con claridad. Miró de manera perezosa el reloj de su mesita de noche: era hora de levantarse. En breve el despertador de James sonaría y el caos se instauraría como cada mañana.

Era martes y a última hora le tocaba Encantamientos. Sonrió al pensar que coincidiría con Cadence. Todavía no se podía creer quela tuviese tan cerca estudiando en un colegio como Hogwarts ... El despertador, como bien vaticinó Remus, sonó y él, presto, atinó a alcanzar la ropa que se tenía que poner para encerrarse el primero en el baño.

¡Remus,Remus, Remus, Remus...! - Gritaba la voz interior de Cadence.

Estaba tan contenta que sólo le faltaba botar de la emoción como situviera muelles en la silla, sentada como estaba ya en el aula de Encantamientos. En esta ocasión sí que estuvo en compañía de sus compañeros de casa. Debía reconocer que eran un poco absorbentes agobiándola en más de una ocasión, pero eran buenos con ella y les estaba cogiendo cariño por ello. Sin poderlo contener, cada dos por tres miraba hacia atrás por si en una de esas ocasiones aparecía Remus. ¡Eran tan insuficientes los momentos en los que coincidían! Se pasaba tan rápido el tiempo que el día no tenía suficientes horas para poder hacer todo, y eso comportaba no poder disfrutar de su amigo un poquito más allá de las clases y las horas de estudio en las que, obviamente, no podían hablar mucho. Tan sólo les cundía un poco más el día en el que, sorprendentemente, coincidían en dos clases seguidas y se esperaban para ir juntos a la siguiente.

¡Y ahí estaba! Vio cómo entraba después de pasar el resto de losMerodeadores. Sus miradas sonrieron así como también sus labios, encontrándose, como si Remus también la estuviese buscando. Se saludaron desde la lejanía extendiendo y moviendo el brazo. El aula de Encantamientos, a diferencia de la de Historia de la Magia, era enorme. Rachel miró hacia donde Cadence estaba saludando y se sorprendió al ver a quién iba dirigido el saludo. No pensó más en ello, alguien estaba reclamando su atención.