Capitulo 196

389 17 0
                                    

Narra Gaby

Sus palabras son mucho más de lo que necesitaba escuchar. Algo bueno tendré que haber hecho para merecerla. ¿Cómo se puede amar tanto a alguien sin que se desborde el pecho? ¿Cómo hacerla saber que no hay ninguna otra mujer en el mundo como ella?

Me lanzo a sus labios desesperado. Lo único que necesito ahora mismo es tenerla cerquita, sentirla, fuera de esta ducha el mundo ha dejado de existir.

Mientras mi lengua investiga cada rincón de su boca, mis manos recorren su cuerpo, con suavidad, intentando explorarla, acaricio sus curvas y acabo por introducir dos de mis dedos en su zona más intima, deleitándome con sus quejidos de placer.

- No

Arquea su espalda.

- Pares.

Me suplica con la voz ronca.

+ Te amo.

Le prometo cuando siento como se tensa, confirmándome que ha alcanzado el primer orgasmo. Juro que voy a hacerla alcanzar el paraíso todas las veces que ella lo desee esta noche.

Aún sin aliento coge mi miembro con su mano para poder devolverme el goce que le he dado.

+ No.

Me niego.

+ Quiero verte disfrutar, quiero llevarte a las estrellas, quiero amarte como nadie lo ha hecho.

- Me amas como nadie lo ha hecho.

Asegura besando mi mandíbula con ahínco, luego se pone de puntillas y alcanza mi boca.

- En el sexo y en la vida.

Pronuncia sin apartarse.

Aquella mezcla de amor y pasión me vuelven loco. Ambos estamos demasiado cachondos y sobretodo enamorados, muy enamorados.

Vuelvo a cogerla en peso y me abro camino entre sus piernas para oír la preciosa melodía que marcan sus gemidos.

- ¡Vaya Polvo!

Sonríe traviesa, recuperándose.

+ Me tiemblan las piernas.

Reconozco imitando la curva maravillosa que han formado sus labios.

+ Eres tan bonita.

Observo su desnudez y como se sonroja y baja la mirada, dándome un guantazo. Sigue teniendo vergüenza de mis piropos.

- No me pelotees.

Me mira.

- Y déjame bañarme, anda, que me has liado.

Otra vez su radiante sonrisa ilumina su rostro. Entre la discusión y luego el arrebato de amor llevamos más de una hora bajo el agua.

+ Trae.

Digo quitando el champú de sus manos. Adora que sea yo quien lo haga y no voy a negarme a verla disfrutar. Ronronea como lo hace Chanelo cuando paso mis dedos por su cabeza y veo como cierra los ojos dejándose hacer.

+ ¿Esta a gusto la señorita?

Río al ver su gesto de complacencia absoluta.

- Sí me follas así todas las noches y luego me lavas la cabeza, hago todo lo que me pidas con las chicas y más.

Exploto en una gran carcajada, será guarra. Sonríe también, sin abrir los ojos, esta demasiado relajada.

- Te quiero.

Dice sincera, liándose con la toalla. La ducha ha acabado, nuestra noche, aún no.

Solo el amor nos salvará Donde viven las historias. Descúbrelo ahora